Pedro Gil Uno de cada cinco valencianos es usuario de la sanidad privada, que ha logrado desmontar “la leyenda urbana de que tenías que irte a la pública si presentabas un diagnóstico grave”. Los hospitales privados ya no están enfocados exclusivamente a maternidad, pruebas diagnósticas y pediatría sino que incluyen, a través de los seguros, la cobertura total ante un cáncer de forma prácticamente generalizada.
Abordamos el estado de salud del sistema sanitario con el director del hospital 9 de Octubre, Pedro Gil. Aboga por crear más centros especializados: “No siempre es bueno que tengamos un hospital cerca de casa porque deberíamos ir al mejor pero no al que esté más próximo”. Reclama una planificación nacional a diez años vista para garantizar que contamos con suficientes pediatras, médicos de familia, anestesistas o patólogos. E insiste en la necesidad de separar Política y Sanidad: “Al final quienes importan son los pacientes y da igual dónde se traten. Olvidémonos del modelo de gestión porque lo esencial es que sea buena o mala”.
¿Va en aumento el número de pacientes en la sanidad privada?
Está creciendo. Probablemente porque históricamente, la sanidad privada estaba enfocada, fundamentalmente, a maternidad, pruebas diagnósticas y pediatría, pero cada vez se está profesionalizando más y se ha ampliado a patologías más complejas. Ya no se sostiene esa leyenda urbana de que tenías que irte a la sanidad pública si presentabas un diagnóstico grave.
¿Qué número de pacientes de sanidad privada hay en la Comunitat Valenciana?
Aproximadamente representa el 20% de la población, la mayoría de aseguradoras privadas, aunque, en porcentaje menor, también atendemos a personas en régimen totalmente privado. Hay comunidades autónomas con más tradición de aseguramiento privado, como por ejemplo el País Vasco o Cataluña.
¿Ese crecimiento también genera listas de espera?
Intentamos que no porque al final tenemos la obligación de dar servicio de la forma más ágil posible. Creemos que a todos los pacientes se les debe atender como máximo en una semana o diez días. Las especialidades con más demora en nuestro hospital son digestivo o neurología.
¿El sistema público es insostenible?
Cada vez va a ser más compleja la sostenibilidad, sí. Está bien que todos vivamos más y mejor, pero prolongar la esperanza de vida cuesta cada vez más dinero y eso será difícilmente sostenible. Por ello creo que es obligación de todos ayudar a esa sostenibilidad. Un aspecto que me parece importante para ello es especializarnos y eso pasa por la creación de centros de alta especialización. No sé si tiene sentido que haya muchos centros. No es lo mismo un hospital donde se hagan muchas intervenciones de una especialidad que otro donde sólo se haga una al año porque la satisfacción y los resultados serán mejores y, por tanto, el gasto será menor.
En Alemania, por ejemplo, existen centros sólo para pacientes cardiológicos con costes muy razonables. No siempre es bueno que tengamos un hospital cerca de casa porque deberíamos ir al mejor pero no al que esté más próximo. Estoy pensando en un hospital en La India donde se llevan a cabo 7.000 cirugías cardíacas al año y, por tanto, sus complicaciones son mucho menores porque acumulan mucha experiencia.
¿Por qué no se hace en España?
¿Somos capaces de ponernos de acuerdo sobre qué vacunas queremos? No sé si habría que recentralizar la Sanidad, pero planificar mejor, sin duda. Debe haber un convencimiento como país de que hay que dirigir algunas cosas centralizadas, como sucede con la Organización Nacional de Trasplantes o el Centro de Parapléjicos de Toledo.
¿Abusamos de la asistencia sanitaria creyendo que es gratis?
Debemos tener claro que cada vez que se nos hace una prueba o vamos al médico, cuesta dinero, tanto en la privada como en la pública. Un médico me decía que la tecnología más cara que hay en un hospital es un boli Bic, porque si pides más de lo que toca, nos cuesta mucho dinero a todos.
¿La clave es la prevención?
Ojalá gastásemos más dinero en prevención porque lo más barato es no ir al hospital, pero no sé si todos nos lo creemos. Si fuéramos capaces de medir en salud cuánto ha generado, por ejemplo, el cauce del río, veríamos que ha sido mucho y esto tiene mucho que ver con la cultura de preocuparnos por nuestra salud. Ya no se trata de ir al médico cuando me encuentro mal. Por otra parte, cada vez el paciente está más informado gracias a los medios de comunicación y a las redes sociales, pero se corre el riesgo del autodiagnóstico, y esto es peligroso. Hay que tener cuidado con el llamado Doctor Google porque no hace ningún bien ni a los pacientes ni a los profesionales sanitarios. Por desgracia, se consume en exceso.
¿Una bata blanca impone?
Dicen que sí. Pero también consuela mucho porque es capaz de escuchar, lo que cura más que muchos medicamentos. El médico se ha preparado para prevenir, curar, cuidar e incluso para ayudar a morir.
¿Cómo se ayuda a morir?
La muerte forma parte de la vida, pero en ocasiones es difícil interiorizarlo. Hay que hablar mucho con el paciente y la familia, explicarles la situación, haciéndoles sentir que se les va a cuidar hasta el último segundo. Son momentos muy difíciles para todos y es muy importante evitar la sensación de soledad tanto a pacientes como a familiares.
¿Faltan facultativos?
Evidentemente sí, sobre todo en especialidades como anestesia, radiología, pediatría, anatomía patológica o medicina de familia. Hay que pensar en una planificación a nivel nacional para saber cuántos médicos nos harán falta en diez años y de qué especialidades.
¿Los médicos españoles están bien pagados?
El modelo de formación vía MIR es de altísima calidad. El facultativo español está infrapagado comparado con otros países como Alemania, Gran Bretaña, Portugal o EEUU. Pero nuestra sanidad, desde luego, es una de las mejores del mundo por la formación de nuestros especialistas y la convivencia entre el modelo de sanidad pública y privada.
¿Por qué desde los sectores de la izquierda se habla sólo de sanitat pública i de qualitat?
No deberíamos mezclar política y Sanidad porque al final quienes importan son los pacientes y da igual dónde se traten. Olvidémonos del modelo de gestión porque lo esencial es que sea buena o mala. La Sanidad no debe ser una herramienta política, aunque en España lo es. Y lo peor es que hay tantas modelos como autonomías existen, lo que puede crear problemas de acceso y equidad a determinadas tecnologías ó farmacos. El paciente necesita que se le haga todo de la manera más rápida y más eficiente posible y no le importa acudir a un centro privado si le van a dar los mismos resultados.
¿Hay más hospitales privados de los que necesitamos?
No lo sé. Lo que sí es seguro es que cada vez harán falta menos camas porque se está ambulatorizando la Sanidad, con ingresos más cortos. La media del tiempo de hospitalización se sitúa en 3 días frente a los 5 días de antes. La cirugía cardíaca antes era de larga estancia y ahora no llega a la semana e incluso, para pruebas de hemodinámica, no pasas mas de dos días de ingreso. El paciente tiene que estar solo el tiempo necesario en el hospital porque donde mejor está es en casa.
¿Hay tantas urgencias injustificadas como se cree?
Una cosa es la urgencia vital y otra es la necesidad médica del paciente que nosotros, en la privada, debemos ser capaces de resolver. El número de urgencias se acumulan en sábados, domingos y lunes, probablemente porque a lo largo del fin de semana no están abiertas las consultas de los especialistas.
¿La Oncología está cubierta íntegramente por los seguros privados, es decir, cirugía y tratamientos de radioterapia y quimioterapia?
Depende mucho de la cobertura, por eso insistimos en que se conozcan muy bien las condiciones de las pólizas de seguros. Actualmente la cobertura íntegra está prácticamente generalizada, excepto la medicación oral que la mayoría de aseguradoras no incluyen.
¿Un paciente oncológico tiene las mismas garantías si es tratado en España o en EEUU?
No tengo ninguna duda de que sí. Disponemos de tecnología de vanguardia, de oncólogos con un nivel altísimo y nuestros centros cada vez asumen un número mayor de ensayos clínicos.
¿En qué genera el 9 de Octubre efecto llamada?
Históricamente siempre hemos sido muy reconocidos por el área materno infantil, oncología, pediatría y traumatología con equipos muy potentes. También somos centro de referencia nacional, por ejemplo, en medicina nuclear.
Nosotros venimos de un grupo originario valenciano, que era Nissa, y ahora pertenecemos a un grupo con gran implantación nacional, Vithas, con tres hospitales en nuestra ciudad donde podemos dar un buen servicio porque cada uno nos hemos especializado en un área. En el caso de Valencia al Mar está focalizado en daño cerebral y psiquiatría; el Consuelo, en radioterapia y hemodiálisis y en nuestro caso, tiene mucha actividad la unidad de cuidados intensivos materno infantil.
¿Qué pruebas diagnósticas son las más frecuentes?
Con el avance de la tecnología, la más utilizada es la resonancia magnética que antes se empleaba sólo para traumatología pero ahora también para urología, ginecología y cirugía general.
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