Toni QuintanaFebrero de 2019, el proyecto de Presupuestos generales no supera el trámite de enmiendas a la totalidad, abocando al gobierno a disolver las cortes y convocar elecciones.
Comicios por partida doble y como resultado, la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE Y UNIDAS PODEMOS.
Un gobierno que desde un principio no lo ha tenido fácil. La pandemia mundial COVID19, nos ha afectado no solo a nivel sanitario sino también, económicamente y socialmente como país.
Un virus que nos ha hecho cambiar nuestros hábitos diarios tanto en nuestros trabajos como en nuestras horas de ocio. Y que ha puesto sobre la mesa, dos aspectos como son, la Sanidad Pública y la Protección social del Estado.
Durante estos meses estamos viendo cómo el estado del bienestar es necesario reforzarlo y apostar, después de muchos años de recortes, de una forma más decidida por los servicios públicos. Hospitales, Centros de atención primaria, empleados públicos y por supuesto una estrategia de ayudas para todo aquel que esté pasando dificultades. Trabajadores que han perdido su empleo o están en una situación de ERTE, autónomos y empresarios que han visto reducidos sus ingresos y que incluso han tenido que cerrar sus negocios. Para ello necesitamos recursos económicos que vengan recogidos en unos nuevos PGE.
Unos presupuestos que vayan en consonancia con el tiempo en que vivimos y las circunstancias que nos está tocando subsistir como sociedad. Unas cuentas incluyentes que no dejen a nadie en la cuneta como en la anterior crisis económica que sufrimos y que muchos han enlazado con esta.
Unas cuentas públicas que son necesarias, para que las ayudas de Europa, pese a la campaña del señor Casado en Bruselas, lleguen para completar toda la inversión en sanidad, educación, en una transformación digital que necesita nuestro país, en un cambio de modelo económico más sostenible, en mas igualdad de género y en cohesión social y territorial que tanto necesita España.
Pero aquí en nuestra tierra también, los Presupuestos Generales del Estado para 2021 son un punto de inflexión en la inversión del Gobierno en la Comunitat, con 1.164 millones de euros para esta autonomía, un 57 % más que en las últimas cuentas aprobadas, las de 2018. Supondrá en torno al 10 % del total, como se había pedido desde la Generalitat, alcanzando los 1.578 millones de euros. Algo que no ocurría por cierto desde los últimos años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Por tanto, ¿qué motivos existen para no aprobar estas cuentas?, la ciudadanía nos está pidiendo consenso entre las diferentes fuerzas políticas en un momento extraordinario como el que vivimos.
Pero partidos con experiencia de gobierno como el partido popular, voto el otro día en contra, no solo de que se aprueben, sino tan siquiera que se debatan a través de enmiendas en el parlamento.
No me vale la controversia que han abrazado junto a la extrema derecha de que no pueden apoyar unos presupuestos con el respaldo de BILDU o la falacia de que se van a subir los impuestos a las clases medias y trabajadoras.
En el primer caso somos conscientes de que dicha formación política es legal y tiene todo el derecho democrático de aportar sus votos representados en el parlamento. Quizás su condena a tantos años de terrorismo es exigua, pero ETA ya no asesina. Y aquellas voces que pedían que abandonaran la lucha armada por la lucha en las urnas, hoy estarían satisfechas. Al igual que estaremos todos los que sufrimos en nuestras familias los asesinatos y torturas de la dictadura franquista, que por cierto siguen sin condenar la formación política del señor Casado. Espero que algún día lo hagan.
Pero el segundo caso es otra demostración de la “fake news” o como decía el presidente del gobierno, “el Trumpismo” al que se ha abocado el principal partido de la oposición es preocupante.
Llamar clase media trabajadora, a quien obtiene por sus rendimientos en el trabajo más de 300.000€/año o rentas del capital más de 200.000€/año o patrimonio superior a 10.000.000€, cuanto menos, es un insulto a la inteligencia de la sociedad española.
Por tanto es necesario, es vital, que estos presupuestos salgan adelante con el mayor consenso y apoyos posibles, para que la recuperación económica sea una realidad lo antes posible y una vez hayamos conseguido vencer al virus, ahora sí, volvamos a la normalidad de nuestras vidas.
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