Escribo estas palabras pensando y repensando desde el sábado lo mucho que querÃamos a BenjamÃn y lo poco que se lo dijimos.
Cuando alguien se marcha para siempre suelen usarse tópicos para recordarle, pero en el caso de BenjamÃn, su amor por Domeño, sus convicciones, su lealtad y la pasión por su familia son cuestiones que no tienen ni trampa ni cartón.
TenÃa yo apenas dieciocho años cuando coincidà por primera vez con él. Siempre junto a su admirado Paco, le sorprendió la espontaneidad con la que un chaval le explicaba sus pensamientos y acabamos los dos en una mesa larga rodeados de miembros de Populares Camp de Túria manteniendo una distendida charla sobre nuestras ideas a poner en marcha y sobre lo mucho que le hacÃa falta a Domeño un cambio.
La tarea de BenjamÃn y Paco no era fácil. Convencer a la ciudadanÃa de pasar de toda una vida democrática de socialismo a una etapa de aire renovado que no basaba la gestión municipal en clientelismo sino en el rigor, sentido común y una dedicación total de su equipo municipal.
Y llegó aquella noche de 2011. Uno tiene por costumbre hacer repaso comarcal y provincial por aquellas localidades a las que me unen aprecio y en aquellas en las que quiero saber si el olfato ha estado acertado (o no). Recuerdo la conversación con BenjamÃn a la perfección. Estaba contento pero cargado de una enorme responsabilidad ante la importante tarea de gestionar el dÃa a dÃa de su ilusión, Domeño.
Decir que Domeño no serÃa lo que hoy en dÃa es sin Paco y BenjamÃn es acertar en el diagnóstico. Pero decir también que muchos cargos públicos del Partido Popular ostentaron cargos institucionales a nivel comarcal, provincial y autonómico gracias a la ayuda de BenjamÃn y Paco es también manifestar públicamente que ellos siempre han preferido ser leales a los amigos que jugar al arte de la guerra.
Escribir estas palabras es darle las gracias públicamente a BenjamÃn Montes por su buen hacer, por su carácter conciliador y enaltecer la profunda lealtad que nos unÃa a un grupo de cargos de la comarca que siempre tuvimos presente que lo primero era el municipalismo.
Siento profundamente la marcha de BenjamÃn y me gusta creer que después de esta vida nos volveremos a encontrar con el reconforte de saber que una de las personas que me estará esperando y cuidando desde el cielo será mi querido amigo de Domeño con su tradicional pregunta: ¿Cómo va por Benaguasil?
Descansa en Paz querido amigo,
Stephane Soriano
Gómez