La Confederación de Consumidores y
Usuarios (CECU) celebró este viernes la jornada "Más que
risa, riesgo", para informar a la población sobre los
riesgos del uso irresponsable de los gases en contextos de
ocio que está proliferando en nuestro país, en
colaboración con la Asociación de Fabricantes de Gases
Industriales y Medicinales (AFGIM).
"Formar a los jóvenes es imprescindible
para que entiendan que no todo lo que se encuentra a la
venta está destinado al consumidor y que un rato de risas
puede tener consecuencias mucho más graves de lo que
piensan", dijo el presidente de CECU, Fernando Móner.
Durante la Jornada, en la que participó
el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos,
Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana, D. Rafael
Climent; CECU presentó los resultados preliminares de un
sondeo que está realizando a nivel nacional para
comprender mejor el conocimiento que tiene la población
sobre los riesgos asociados al uso irresponsable de estos
gases destinados al uso industrial y medicinal.
Uno de los datos más llamativos de
momento es que el 60,1 % de los encuestados no sabe
identificar los gases medicinales e industriales. El 45,4
% de los participantes sí había oído hablar del consumo de
gas de la risa en salidas de ocio nocturno.
De lo más preocupante es que el 59 % de
ellos no sabe o nunca se ha planteado si inhalar helio
puede implicar un riesgo para la salud.
Estos datos son una prueba más de que,
en muchos casos, la inhalación de estos gases se debe al
desconocimiento sobre las graves consecuencias que pueden
acarrear cuando son utilizados para fines para los que no
están diseñados; lo que lleva a muchos jóvenes a adquirir
globos a un módico precio e inhalar su contenido pensando
que se trata de algo inofensivo.
Por todo esto, CECU ha asumido el reto
de trabajar en la formación y concienciación de los
consumidores para promover un uso responsable de los gases
y evitar su uso inadecuado.
La información es la mejor herramienta
para prevenir accidentes derivados del mal uso de los
gases. Un consumidor informado es un consumidor más
seguro.