El
pensamiento crÃtico es una habilidad humana, que tiene como
propósito analizar la información de forma objetiva y realizar un
juicio razonado, esto implica una valoración de datos, hechos,
fenómenos observables, y hallazgos de investigación. Los pensadores
crÃticos llegan a conclusiones razonables a partir de un conjunto de
información, pudiendo resolver cualquier tipo de situación
problema. Un buen pensador crÃtico se caracteriza porque cuestiona
de manera rigurosa todas las ideas y suposiciones en lugar de
aceptarlas pasivamente. Las habilidades que se necesitan para poder
pensar de forma crÃtica son, la observación, el análisis, la
interpretación, inferencia, reflexión, evaluación, explicación,
autorregulación, mente abierta, innovación, resolución de
problemas, toma de decisiones y finalmente la expresión de las
ideas.
En
el ambiente educativo este tipo de pensamiento adquiere un gran
valor, debido a que se puede utilizar en el desarrollo de las
habilidades cognitivas de los estudiantes, fomentando y fortaleciendo
en ellos sus capacidades de análisis y reflexión de los contenidos,
en momentos donde gracias al uso de los recursos tecnológicos,
tienen acceso a una gran cantidad de información libre, que deben
cuestionar y depurar, puesto a que no toda es confiable. Aunque no
todo el tiempo se está pensando de forma crÃtica, esta es una
destreza que se puede trabajar y mejorar. Es posible aprender o
potenciar esta habilidad, desarrollando ciertas actividades de rutina
y aplicándolas a los problemas de la vida diaria. En el caso de los
estudiantes, el pensar de forma crÃtica debe ser incentivado y
canalizado por los profesores, debido a que son estos, los que poseen
mayor experiencia en determinadas áreas de formación.
El
pensamiento crÃtico es una cualidad de la inteligencia humana, y
como cada persona es única, este pensamiento no podrá ser universal
para todos los individuos. Su calidad dependerá entonces, de la
profundidad de la experiencia humana en un área determinada, y esta
habilidad podrá evolucionar con el tiempo, siempre y cuando se
trabaje en desarrollarla constantemente desde los inicios de
formación hasta finales de la misma. La aplicación de un sentido
crÃtico es fundamental en la era actual, y en el entorno educativo
les permitirá a los estudiantes internalizar y profundizar en los
contenidos, algo que es vital para generar sus propios conceptos, y
poder contrastarlos con los que obtengan por diversas vÃas. Esta
construcción de su propio conocimiento, podrá ser extrapolado a la
solución de cualquier problema que se les presente bien sea,
académico, laboral o en su vida personal. En este orden de ideas,
podrÃamos afirmar que la labor educativa obtendrÃa mayor valÃa, si
además de otorgar los contenidos profundizase en crear buenos
pensadores crÃticos.