Hace algún tiempo hablaba en estas mismas páginas de mi orquÃdea, la primera planta que he conseguido cuidar como Dios manda hasta lograr que tuviera una floración preciosa. No podÃa estar más orgullosa de ella. Tal vez por eso no podÃa dejar de compartir sus fotos cada dÃa.
Pero, poco a poco, la imagen de mi flor comenzó a tener más significados. Al morir mi madre, se convirtió en una forma de acordarme de ella, y también en una forma de comunicarme con alguna persona querida que están lejos y me cuenta que cada vez que ve esa imagen se siente unida a mà de alguna manera. Y es bonito que asà sea, y que asà siga siendo.
AsÃ, llegadas las vacaciones, y llegado también el momento en que la orquÃdea ha perdido sus preciosas flores -espero que hasta el año que viene- he decidido no abandonar esta costumbre. Y con ello seguiré recordando cada dÃa a mi madre, y comunicándome con esas personas que están lejos. Puede parecer cursi, lo admito. Pero también admito que yo soy cursi, y a estas alturas no me avergüenzo de ello.
Siempre hay flores esperando, solo hay que saber mirar. Ahora serán adelfas, esos arbustos floridos tan nuestros que pueblan carretas y caminos, o flores silvestres de las que nacen entre la arena o cualquier otra que me encuentre en mis paseos veraniegos, siempre que me parezca hermosa y llame mi atención.
Quizás parezca una tonterÃa, pero a veces las tonterÃas tienen su importancia. Las pequeñas cosas pueden tener grandes efectos y quitar hierro a toda la violencia y agresividad que llena nuestra sociedad por los cuatro cotados.
De modo que, mientras espero a que mi primera protagonista recupere toda su belleza, mientras ella descansa y descanso yo también, que ya toca, seguiré con esta pequeña cursilerÃa que no hace daño a nadie. Ojalá sirva para alegrar a alguien o, al menos, para provocar una sonrisa.
Con esto aprovecho para desear felices vacaciones a todas las personas que las tengan, y resignación a quienes no puedan disfrutar de ellas o ya las hayan consumido. Yo, por mi parte, también trataré de desconectar, que no siempre es fácil, pero seguiré asomándome a esta ventanita para semana para contar mis pequeñas y grandes cosas. Aunque resulten cursis
SUSANA GISBERT
Fiscal y escritora (@gisb_sus)