Josiah Bounderby de Coketown se autodefine fatuamente como un
hombre eminentemente práctico en la obra maestra de la literatura mundial
Tiempos Difíciles, de Charles Dickens. El personaje en cuestión es el fiel
producto de la revolución capitalista e industrial que sustituye al linaje de
sangre por el dinero para determinar la jerarquía social.
Al adviento de la nueva ley de Coordinación de Policías
Locales, en la Comunidad Valenciana se ha producido una auténtica tempestad de
permutas entre policías locales de los diferentes municipios y es que la
normativa autonómica en la materia ha eliminado una serie de trabas que las
limitaban dificultándolas.
Todo ello, unido a la masiva jubilación voluntaria
de policías antes de la edad reglamentaria ha hecho que un procedimiento hasta
ahora excepcional para acceder a una administración se haya convertido en
habitual. Maquiavelo, que según el estudio psicológico de sus comunicaciones
epistolares del Dr. Juan Antonio
Vallejo-Nájera era un hombre bueno, honrado y leal, ya aconsejaba a Lorenzo II
de Médici que las leyes habían de redactarse pensando en aquellos que
intentarían quebrantarlas o valerse de
ellas para su conveniencia y no en los que las utilizarían de buena fe.
La eliminación de cualquier obstáculo legal para la
realización de permutas entre miembros de los cuerpos de la policía local en la
Comunidad Valenciana dejando únicamente en manos de los interesados y los
ayuntamientos afectados su concesión nos ha brindado una oportunidad única para
observar el comportamiento de policías, alcaldes, técnicos municipales,
sindicatos, etc. ante el escenario ideal para beneficiarse de una legislación
laxa en extremo.
Parece que ha prevalecido la practicidad por encima de
cualquier otra consideración y hemos presenciado como la visión del mundo del
vanidoso materialista Josiah Bounderby de Coketown ha primado sobre cualquier
otra consideración ética. Han permutado sus plazas padres con hijos, lo cual es
lógico y natural desde el punto de vista humano, pero también lo han hecho
policías locales que no se conocían de nada en un extraordinario ejercicio de
solidaridad corporativa sin precedentes hasta el punto que la figura del
intermediario ha aparecido en algunas ocasiones y, todo ello, con la anuencia
de alcaldes que dejan marchar a policías con años por delante de servicio para
aceptar a otros que ni siquiera se van a ponerse el uniforme porque toman
posesión del cargo y se jubilan acto seguido.
Agustín Millán, Comisario Principal de Valencia y ex jefe de
la Policía Local de Torrent y hasta ahora único policía local que ha ocupado en
propiedad dos plazas de Comisario Principal (antes Intendente General) en la
Comunidad Valenciana, me venía a decir que
son los valores de las organizaciones los que las hacen fuertes de la
misma forma que es de la estructura de un edificio la que lo sustenta y ponía
de ejemplo el incendio del edificio Windsor en Madrid, una torre de 106 metros
de altura que no pudo hacer colapsar el pavoroso incendio que sufrió. "Tenía
buenos cimientos que evitaron el desplome"
No voy a ser yo el que juzgue el comportamiento de unos y
otros en este asunto de las permutas pues como decía Anatole France "no veo
falta que yo no pueda cometer" pero sí que quiero desde aquí invitar a la
reflexión. Como solía decir al acabar sus explicaciones el ingenioso e
histriónico glorioso mutilado fundador de la legión española Millán Astray,
"ahí lo dejo".