La profesión más desprendida, sin remuneración alguna, donde se pone fuerza, educación, emoción y, ante todo, cariño y corazón es la paternidad. Esta muchas veces es un vÃnculo de unión pues, las alegrÃas, los litigios entre padres e hijos a los progenitores nos ayuda compartirlos lo cual forja una amistad maravillosa. Está fraguada a fuego lento y es verdaderamente hermosa, sus pilares son férreos.
Toni y Anabel, además de vecinos, son muy buenos amigos nuestros. Ellos tienen dos hijos varones lo cual en tiempos pasados nos ha hecho asistir a partidos de fútbol en el parque sito debajo de nuestra finca. Junto a mi querida Merche, hermana de Anabel y su esposo Enrique, también padres de dos reyes del balón.
Hoy, estamos las tres parejas en Perales del Alfambra, la tierra donde nació nuestro querido Antonio. Una preciosa localidad perteneciente al bello Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón.
Es un pueblo pequeño, pero llama la atención por la preciosidad de sus parajes. El relieve, tiene un predominio llano. La meseta, llamada el Llano del Visiedo, es amplia. Está invadida por algunas ramblas, las cuales, llevan agua de forma intermitente sobre todo en periodos de lluvias. Ese valle del rÃo Alfambra ha resultado ampliamente generoso con el amante de la naturaleza pues ofrece el tesoro más rico para el enamorado de la vida rural, el agua.
Llama mi atención el este del torrente, es mucho más escarpado pues asciende hasta otro jardÃn del Edén, la Sierra del Pobo. Allà se une el propio nacimiento del rÃo Alfambra en las faldas del pico de Peñarroya con Galve, a lo largo de su cauce. Un verdadero vergel para el amante de la tierra.
Su historia no debe salir jamás de nuestra memoria, es un rincón escondido de España. Hasta 1916 el municipio se llamaba simplemente Perales. La reforma de la nomenclatura municipal lo convirtió en Perales del Alfambra. Los tiempos pasados abarcan desde la época Prerromana hasta la edad Media. Allà se han encontrado restos arqueológicos. Estos son espejo de tribus de origen celta habitando esta área. Por supuesto aprovecharon sus ricos recursos naturales y esa situación tan estratégica, cerca del rÃo Alfambra. Los romanos explotaron la fertilidad de esas tierras, muy aptas para el cultivo de cereales, olivos y viñedos. Además, crearon calzadas y puentes, con lo cual facilitaron el transporte y, el comercio. Eso sÃ, durante la Edad media, en el siglo XII los cristianos lo reconquistaron convirtiéndolo en un núcleo habitado y organizado.
El castillo de Perales, uno de los monumentos históricos más importantes del municipio es consecuencia de todo lo anteriormente enumerado. Construido bajo la protección de la Orden de Calatrava, toda una institución. ¡Es precioso! Fue edificado en el siglo XIV, en su parte posterior por orden del rey Pedro IV de Aragón. Su obra se financió con primicias parroquiales. Gozo observando como una loca, esa preciosa torre de planta circular y, tocando esos muros de casi dos metros de espesor. Un brillante para los amantes de tiempos pasados y del arte, pues está realizada con fábrica de mamposterÃa irregular, trabajada con mortero de cal.
Su templo de culto está dedicado a la Asunción de nuestra Señora de Perales de la Alfambra y data también del siglo XIV. Aunque es importante a resaltar algo, con el paso de los años ha sido pasto de muchas reformas las cuales la han dotado de una belleza e interés histórico inusitado. Presenta una estructura de nave única, con capillas laterales y un ábside semicircular. La fachada principal destaca por su portal de arco apuntado. Esa torre campanario muestra su realeza custodiando la belleza de las bóvedas de crucerÃa, columnas decoradas con relieve y ese altar mayor ricamente decorado, los cuales relucen en el interior de la iglesia.
Estoy emocionada, lo reconozco, he descubierto otro rincón escondido de España guiada por mi buen amigo Antonio Cirujeda y me tiemblan los ojos de emoción al ver la luz entrando por las vidrieras de colores pues crea un ambiente mÃstico, solemne, el cual llama a la oración pues toca el corazón.
¡Asà es Perales de la Alfambra!