Pescando en la
Malvarrosa. Al amanecer, cuando las calles y las playas aún no están
puestas, este cabañelero ha plantado sus dos cañas de pescar en la orilla del
mar, la Malvarrosa, donde Sorolla solía pintar sus escenas e la "pesca de bou"
o los niños jugueteando entre las olas. Se ha sentado mirando fijo las cañas en
espera que se balanceen por el tirón de algún pez que haya picado y tragado el
anzuelo. Preciosa y relajante, saludable, estampa de quietud junto al rumos de
las olas que se arrullan y repliegan en su desliar por la arena.
B. Bueno.