ALBERT LLUECA
El diccionari hi ha voltes que passa males passades. Recorde una intervenció d'un diputat de EH Bildu on li recriminava a M. Rajoy que li havia dit radical i ell se sentia orgullós de ser-ho, perquè ell considerava que ser radical es voler canviar-ho tot del tot, de baix cap a dalt, i que ell considerava que és devien de fer reformes radicals (estem parlant de la legislatura 2011-2015).
Ara la paraula reforma ix de nou a la palestra i junt a ella una altra DEROGAR, i que vol dir açò? Segons el diccionari normatiu valencià de l'Acadèmia Valenciana de la Llengua diu que és "deixar sense efecte".
Radicalment seria canviar-ho tot, de dalt cap a baix, i açò és el que varen firmar el PSOE i Podemos (que no Esquerra Unida) en el seu pacte de govern que diu "la derogación de la reforma laboral de 2012" i la construcció de "un nuevo modelo de relaciones laborales para el siglo XXI". Però ningí parla de la reforma de 2010 del PSOE.
Val l'escenari està clar, la majoria en el congrés vol derogar la reforma laboral – i altres lleis però pareix que estes van més lentes com al llei mordassa – però sorpresa! Ara diu la Ministra de treball que "Díaz dice que "técnicamente" no se puede derogar la reforma laboral y confirma que no tocará el despido", què? Que han signat un acord que no se pot fer? Que han reculat després de vendre, vendre i revendre la derogació? Que després de tot el lio entre el govern de coalició de com si fora un sopar de nadal on esta la cunyada bona, la cunyada mala, la sogra i el gos...
Però entrem al gra Díaz diu que "¿Técnicamente se puede derogar la reforma laboral del Partido Popular? No, porque fue una reforma expansiva que afectó a más de 20 preceptos del Estatuto de los Trabajadores, a varios reales decretos y directivas", en la mateixa línia deia la Ministra que ara hi ha que actualitzar o modernitzar una reforma laboral, que no seria derogar si no crear una nova, que tardarà anys en fer-se...
Pot ser s'han adonat que tornar a la reforma laboral del PSOE en 2010 no era una bona idea?
FRANCISCO ADÁN
Llegaron al poder con promesas que han ido incumpliendo una tras otra con sorprendente comprensión y aplauso de los cercanos que las votaron y una de dos, o sabían que iban a mentirles ( lo que no deja en buen lugar al electorado) o han sido engañados y les da igual.
Una de esas promesas a medias es el de la reforma laboral o lo que ellos llamaban: la derogación de la reforma laboral, esa malvada que generó empleo y fue una válvula de escape para muchas empresas porque, lo que esta izquierda podemita ( principal promotor de esta locura) no sabe es que una empresa puede llegar a despedir a todos los empleados si no tiene capacidad de despedir, si lo necesita, a uno o dos trabajadores.
Una de las cuestiones que trajo la reforma laboral es el empoderamiento de los Convenios Colectivos de empresa frente a los sectoriales, nuevamente, esa izquierda representada por quien no ha trabajado en su vida como Garzón, dirá que esos Convenios Colectivos de empresa hacen perder fuerza negociadora a los trabajadores porque todos los trabajadores de un sector hacen más fuerza que los de una empresa, lo que no dicen es que, a veces, las condiciones que se pactan entre los más grandes, por que en esos CC sectoriales están los más poderosos, establecen condiciones de trabajo que muchas pequeñas empresas no pueden seguir por más cláusulas de descuelgue que tengan contempladas. Quizá lo que molesta a la izquierda es perder el monopolio de la negociación colectiva donde los sindicatos representan a ellos mismos y sus poltronas sindicales, excepciones, haberlas las hay, obviamente como la antigua representante de CCOO Begoña Cortijo hizo una gran labor de colaboración con Cristina Plumed, eso es cómo debería funcionar el país, pero como digo, a nivel nacional, no es así.
Y no es así porque tanto Sánchez como la posible presunta sustituta de Iglesias, Yolanda Díaz saben de sobra que a España le sigue salvando de sus pajas mentales la UE y ésta quiere una ley laboral actualizada, ágil y que dé movilidad al mercado de trabajo. Por eso no va a haber una derogación- como ellos mismos han dicho varias veces- habrán cambios que no han sido consensuados con la Patronal y por lo tanto, cambios cortoplacistas, ideológicos, viscerales e inútiles, como nuestro Gobierno, vaya.