La incertidumbre domina el presente curso
académico y no ayuda nada a combatir el abandono escolar. Tras un final de
curso marcado de manera excepcional por el cierre de las escuelas y la
formación a distancia, el temor de un mayor abandono escolar acecha entre las
sombras difícilmente discernibles de lo que pueda suceder en los próximos
meses.
Si la brecha digital dificultó el seguimiento de
las clases entre los alumnos de familias con un bajo nivel socioeconómico, la
continuidad de la educación a distancia podría llegar a romper esa lenta
tendencia a la baja de la tasa de abandono: La desvinculación, la ausencia de
motivación, el bajo rendimiento escolar y el abandono escolar pueden aumentar
si la semipresencialidad o la educación a distancia se imponen frente a la
presencialidad en el curso 2020-2021, la ausencia de contacto con el grupo de
compañeros y con la comunidad escolar que representa la convivencia en el aula,
aumenta todavía más la vulnerabilidad y el desarraigo de la escuela; el alumno
se va a sentir más solo y menos acompañado, y va a valorar mucho menos la
educación.
Las causas que explican la relevancia de este
problema son múltiples y de muy distinta clase. Tienen que ver con el propio
alumno, con su entorno sociofamiliar, con el contexto escolar en particular y
el sistema educativo en general; y las soluciones tienen tantas aristas como
los factores que lo propician.
Hay causas que van relacionadas directamente
con motivos de índole personal,(van desde sus propias capacidades a los
intereses, las motivaciones, las competencias, el compromiso o incluso su
propio estado emocional) y problemas en entorno sociofamiliar,
(la actitud y expectativas que los padres tengan hacia la educación juegan un
papel fundamental, porque influirán decisivamente en el mensaje que
transmitirán a los hijos).
¿Cómo reducir el abandono temprano?
Conseguir reducir el abandono escolar es una
prioridad y para ello, recomiendo:No sólo reducir las ratiosen
todas las etapas e incrementar la cantidad de profesorado, sino dotar a los centros de profesionales especializados:no
solo docentes, sino profesores de pedagogía terapéutica, logopedas, psicólogos,
pedagogos y psicopedagogos, que son los que van a colaborar en la detección,
prevención e intervención del abandono escolar, reforzar los programasy
medidas de atención a la diversidad del alumnado, (que sí se está haciendo,
pero no lo suficiente), promover un sistema efectivode
orientación y formación profesional, aumentar la inversión en becasy
ayudas para el estudio y trabajar con las familiaspara
mejorar su arraigo con la comunidad educativa.
Mi madre me decía: "Lo más importante en la
vida es la salud, felicidad y la educación", así que, nunca la dejemos de
lado en tiempos de Covid19, sería una gran equivocación.