Javier Más. EPDADesde mediados del siglo XIV, Europa venía siendo asolada, de forma intermitente, por oleadas de la Peste. La enfermedad comenzó en 1348 y se propagó a través de las pulgas que habitaban en las ratas. Ésta llegó a Occidente desde Oriente y causó, sólo en valencia, en la primera oleada, la friolera de 20.000 muertes. Estas epidemias recurrentes se prolongaron también durante el siglo XV, aunque con menor virulencia.
Uno de los precursores de la Medicina en Valencia fue Luis Alcanyís, que nació en Játiva pero vivió toda su vida en la capital del Reino. En 1490, con toda la experiencia que le habían dado varios lustros de ejercicio profesional, escribió el libro Regiment preservatiu e curatiu de la pestilencia, primer libro médico impreso en la ciudad de Valencia. Con ello trataba de dar respuesta a la Peste, cuya última oleada se padeció entre 1489 y 1490.
Este tratado, que sería inspiración para sucesivos médicos y sus estudios epidémicos, como el del licenciado Vázquez, de Toledo, contenía algunas indicaciones para hacer frente a la epidemia. Entre ellas estaba la necesidad de airear bien las casas y recintos cerrados, así como la de tomar el sol al aire libre. A ello añadían los expertos que era mejor no practicar mucho ejercicio, porque se debilitaba el cuerpo y las defensas y se quedaba una persona más débil ante la enfermedad. Esto llevaba implícito, como así lo expresaron por escrito, que el descanso a través de una buena siesta ayudaba a hacer frente a la Peste. En resumen, relajación y vida sana para evitar la enfermedad que llegaba de Oriente.
Luis Alcanyís moriría a los 66 años por sus disputas con la Santa Inquisición. Judío converso, ardería en las llamas eternas de una hoguera junto a su mujer, en la plaza de los Apóstoles, a pesar de haber impulsado la medicina moderna en todo el Reino.
Vicente Javier Más Torrecillas
Doctor en Historia Contemporánea
Académico de la Real Academia de Cultura Valenciana
