Cuando en pleno periodo veraniego observamos establecimientos cerrados en los que tienen puesto un cartel que dice "Cerrado por falta de Personal", sin lugar a duda, es que algo debemos estar haciendo mal.
Desde hace muchos años en los municipios de nuestras costas, son muchos los locales de Hostelería y Restauración que aprovechan el impulso de la temporada veraniega con la afluencia masiva de turistas para llenar sus establecimientos y aprovechar con toda intensidad estos meses de buen tiempo para aumentar beneficios y afrontar con cierta solvencia otros periodos del año mucho menos activos. Por lo que no es entendible, que se cierren estos establecimientos en estas épocas del año, o que no se produzcan aperturas de otros nuevos.
Muchos pueden ser los factores que están ocasionando este extraño fenómeno poco habitual.
Las versiones son contradictorias, mientras los trabajadores del sector se quejan de jornadas excesivas que no facilitan la conciliación familiar agravado por unos sueldos poco apropiados a las jornadas de trabajo que se ofrecen, podría darnos alguna pista del efecto causa que lo produce. podría ser una de las causas.
Por otro lado, según la versión de los empresarios, la falta de personal cualificado, la falta de profesionalidad en el sector hace muy difícil encontrar personal adecuado. Cualquier persona es apta para trabajar en la Hostelería sin ninguna preparación A estos factores los empresarios ponen también de manifiesto la picaresca de muchos solicitantes de empleo, que sin ningún rubor se ofrecen para trabajar sin uniforme y sin dar de alta para no perder las ayudas que están percibiendo, algo que raya la inmoralidad.
Y ante esta falta de personal muchos optan por la contratación de personal inmigrantes sin papeles, para servir mesas y efectuar tareas de Hotel, con escasa o nula preparación, pero muchos más económicos para el empresario, a riesgo que los descubran. Pero que en ocasiones deja una imagen poco convincente.
La amplia variedad de ayudas y de subsidios que se han puesto a disposición de las personas sin empleo (necesarias en muchos casos) hacen que antes de incorporarse a trabajar en este sector, valoren si prefieren ganar algo más con una carga de muchas horas de trabajo o seguir con las ayudas que perciben en sus casas sin tener que hacer nada o pudiendo aumentar estas ayudas mediante el trapicheo de los trabajos extras, sin dar de alta.
El fenómeno de la inmigración ligado en este caso a la mano de obra barata en el sector en la mayoría de los casos sin papeles es un tema que merecería otro capítulo aparte. Hemos de entender que un inmigrante que arriesga su vida para conseguir una vida mejor se encuentra en un País dónde obligatoriamente debe de empadronarse en un domicilio para obtener la tarjeta sanitaria y permanecer 2 años para poder obtener el permiso de trabajo. Un tanto ilógico, ¿no? ¿de qué va a vivir esta persona? Ya que resulta del todo inconcebible que una persona pueda vivir 2 años sin trabajar, a no ser, que mendigue o se dedique a delinquir para poder subsistir. O como en algunos casos, subsistan de ayudas sociales.
Lo verdaderamente cierto, es que pueden ser muchos los factores que produzcan lo que está pasando, la influencia en las ayudas a los distintos sectores, los bajos salarios y el exceso de jornadas, la mano de obra cualificada, la demanda de empleo para los sin papeles y otros factores pueden estar influyendo, pero lo cierto es que "algo NO se está haciendo bien". De otra forma no podría entenderse que en plena campaña veraniega en el sector de Hostelería y Restauración nos encontráramos con carteles anunciando cierre temporal por falta de Personal.