"Cada uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras". Esta famosa frase del filósofo Aristóteles, y que seguro muchos hemos utilizado alguna vez en nuestras vidas, cada día tiene más sentido y es de mayor aplicación con el gobierno local de Massamagrell. Y es que, no es lo mismo estar en la oposición y pedir y criticar al gobierno de turno, como les ha ocurrido a algunos/as durante estos últimos años, que tener ahora que gobernar y hacer un "donde dije digo, ahora yo digo Diego".
Pongamos algunos ejemplos, y seguro que todos/as lo entenderemos mejor: Criticaban las fotos del alcalde y del equipo de gobierno, denominándolas incluso "cutre books", pero ahora no falta ni foto ni vídeo de cualquier acción, eso sí, la diferencia es que ahora ya no sale la oposición en ellas aunque asistas incluso a un acto oficial (otra diferencia más, ya que antes, quien asistía a un acto oficial, salía en la foto). Fotos y vídeos que por cierto ahora nos cuestan casi 3.000€ al mes.
Antes, los que ahora nos gobiernan, no eran partidarios y criticaban la posibilidad de la contratación de personal de confianza, y ahora disfrutan de ese personal. Antes se criticaban los sueldos, y ahora son el gobierno más caro de la historia de Massamagrell con casi 110.000€ más al año que el anterior gobierno. Se criticaba el llevar asuntos urgentes a plenos o comisiones, que muchas veces eran retirados por la mayoría de la oposición; ahora, se llevan sin ni si quiera dictaminar, porque con su mayoría absoluta, tienen suficiente para aprobarlos.
Antes se pedían más esfuerzos en la bajada continuada del IBI que hicimos durante 8 años y otros impuestos (pensando en los/as vecinos/as), y ahora, con mínimas bajadas y la congelación de impuestos, para el equipo de gobierno es más que suficiente. Antes se criticaba la falta de participación en asuntos relevantes, y ahora, además de eliminar las partidas de los presupuestos participativos donde los vecinos/as elegían en qué gastarlo o invertirlo, en temas como el nuevo contrato del autobús ni nos han dejado participar y ya ni se tienen en cuenta nuestras opiniones.
Los plenos han pasado de ser mensuales a ser cada dos meses (así molestamos menos) y las comisiones previas a los plenos apenas tienen contenido, y si no preguntas por las cosas mejor, así no te las tienen que contar… Y así, un sin fin de cosas que tanto se reclamaba y criticaba antes…
Pero diréis: "no es para tanto". Correcto, no lo es porque aún hay más, ya que esto es solo la punta de un iceberg. La transparencia brilla por su ausencia: Llevamos más de 10 meses pidiendo copia del expediente del contrato de la poda que no se nos da; escritos sin contestar o sin las respuestas a las preguntas planteadas en plenos y comisiones; continuas subvenciones perdidas o no solicitadas; adquisiciones como la del Trinquet Tio Pena, que fue criticada y hasta votada en contra en su día cuando se inició el trámite y que ahora es un gran logro del gobierno; videos grabados con obras programadas y preparadas del anterior gobierno como el de las pilonas de seguridad en los colegios (hace ahora un año) y que aún no han puesto en marcha (y os juro que no tengo el mando escondido).
Para comprobar todos estos ejemplos que plasmó en este artículo de opinión, solo tenéis que "tirar de hemeroteca" y comprobadlo vosotros/as mismos/as en las redes sociales de los partidos que ahora nos gobiernan. Lo encontrareis casi todo allí, y el resto, en las redes "oficiales" municipales o en las actas de plenos colgadas en la web. Esperemos que la "vuelta al cole" después del verano haya servido para que algunos hayan podido reflexionar sobre lo que decían en la oposición y lo que están haciendo después de su primer año al frente del ayuntamiento. Porque al final, si hay algo que sí han conseguido en su primer año de mandato, es ser esclavos de sus palabras con sus propias hemerotecas.