SÃ, y por eso no sufrimos que ya vivimos los que peinamos canas una situación similar como cuando en noviembre de 1975 se nos va a morir nada menos que el caudillo Franco. Porque sà te acuerdas de cuando entonces se venÃa a decir que sÃ, que en efecto, que Franco se habÃa muerto...y bien muerto...pero " que lo habÃa dejado todo atado y bien atado ". No vaya usted a creer...
En la misma lÃnea y la otra noche en el discurso fúnebre de despedida de nuestro héroe de Vallecas, más conocido por Pablo Iglesias, además de dictar digital que no democráticamente, eso sÃ, una sucesora a tÃtulo de reina, Yolanda, eternamente Yolanda pues, nos advirtió severamente como ya viene siendo habitual en él, que habremos de padecer su modélico gobierno Iglesias&Sánchez, sine die. Casi como una maldición gitana. Eso sÃ, sólo por lustros, graciosamente, detalló el bueno del marqués. No confundir con el de Villaverde. Lo digo por el párrafo anterior.
Pues no sabes como nos tranquilizas amado lÃder, porque no quiero ni pensar que iba a ser de nosotros, no ya sin ti si no encima sin Junqueras, Otegui, Urkullu y los demás padres de la patria, incluido ese hombre siempre clave en las votaciones, el de Teruel existe, o cómo no, sin el del bigotito, sà hombre sÃ, uno que hay del partido cántabro ese, el del cachondo del Revilla. Por eso, como cuando Franco por fin nos dejó, y a todos los colegios de España nos mandaron el último discurso de Franco ( y el primero de Juan Carlos) que compungidos pero confiados fijabamos con celo o tachuelas en las alegres paredes de nuestras aulas, te agradecemos este generoso gesto póstumo que en verdad es lo único que nos sosiega en la amarga hora de la despedida. Es cierto, lamentablemente te vas, no al cielo o al infierno, como el caudillo del carajo, sino a una puerta giratoria televisiva. Dicen.
Pero los que aquà huérfanos quedamos, eso sà suspiramos tranquilos: es verdad, se va, pero fÃjate que gran hombre: lo deja todo atado y bien atado...