Cada
semana me gusta asomarme a estas páginas aportando un toque de
optimismo a esta complicada situación que nos ha tocado vivir. Pero
hay cuestiones respecto a las que cuesta tanto que parece casi
imposible.
Hace
unos dÃas se confirmaba la tercera vÃctima de violencia de género
en lo que va de año. Y eso podrÃa ser un dato relativamente
positivo, dada la disminución en relación a lo que ocurrÃa a estas
alturas otros años, si no fuera por un par de detalles.
Precisamente, los detalles que me impiden encarar este artÃculo con
optimismo.
El
primero de ellos puede parecer una obviedad. Tres no es cero. Y todo
lo que no sea cero es un drama. Son tres vidas acabadas y muchas más
destrozadas, las de todas las personas que querÃan a esas mujeres.
La vida no será igual para sus hijas e hijos, para sus padres, para
sus amistades ni para el mundo. Tres mujeres que deberÃan estar aquÃ
ya no están. Por eso debemos dotarlas de dimensión humana y no
permitir que se reduzcan a una mera cifra. Porque las cifras, en
cuanto una se acostumbra a ellas, producen un efecto anestésico
cercano a la indiferencia. Pensemos, si no, las diferencias entre la
sensación que nos causaban las cifras de muertos por la pandemia en
la primera ola y la que nos producen ahora.
El
segundo es algo más sutil. Las prioridades, que también hacen su
faena callada. La crisis causada por la covid es algo tan tremendo
que las cosas que importaban corren el riesgo de pasar a un segundo
plano. Y la violencia de género con ellas. Pero eso no sale gratis.
Si importa poco, se hablará de ella poco, y a los medios de
comunicación ya no les preocupará hablar de lo que ya no es
noticia. Estas noticias ya han migrado de la primera página a
lugares más modestos y corremos el riesgo de que desaparezcan. Y ya
se sabe, el bucle. Lo que no se nombra no existe. Y si no existe, no
se dota de medios. Y asà sucesivamente.
Nos
lo tenemos que hacer ver antes de que sea tarde. Pero, como la cabra
siempre tira al monte, yo no podÃa acabar sin hacer gala de un toque
de optimismo, aunque sea entre signos de interrogación. TodavÃa
estamos a tiempo de reaccionar. Y hoy es un buen dÃa para empezar
con ello. ¿Lo hacemos? Cada vÃctima merece nuestro esfuerzo.