Hermanos: hay que ver cómo juegan
con nuestras cabezas los mandamases de este mundo. Ahora se ha inventado un
término que es incongruente y contradictorio en sí mismo. Pero tiene una carga
ideológica muy profunda: la Nueva Normalidad.
"Normal" es aquello a lo que nos
hemos acostumbrado a fuerza de que se repita en nuestras vidas. Es normal comer
al mediodía, o tener un sistema sanitario público y universal o un colegio al
que ir, sean cuales sean nuestros ingresos.
"Nueva" o "novedad", por el
contrario, es aquello que no ha sucedido antes y que nos sorprende por no ser
normal.
Así pues, las cosas ya no van a
ser como antes en bastante tiempo o jamás. Y lo que nos quieren decir con el
eslogan es que nos preparemos porque todo va a cambiar y bastante.
Como el ser humano es pendular,
vamos a pasar de la Globalización Mundial al Nacionalismo Ombliguero en un plis
plas. Al producto de proximidad y a la reubicación de los centros de producción
que necesitan transformación de materia prima. Internet seguirá siendo global
(o casi) pero los medios de producción no pueden seguir en manos de China y del
sudeste asiático. Así que preparémonos para la reindustrialización pero para
ya.
Los obreros asiáticos, dóciles y
acostumbrados a obedecer, van a dejar de ser nuestros trabajadores mal pagados.
Y la Europa envejecida va a tener que ponerse al tajo si quiere sobrevivir. Por
que USA ya sabemos que es para Trump y sus secuaces. Y Boris Johnson con su pan
se lo come.
Cuando hayamos asumido la "Nueva
Normalidad" nos daremos cuenta de lo anormal que es, vista desde diciembre de
2019.