El Partido Popular de la Comunitat Valenciana sigue sin reaccionar. Tras los fracasos electorales que arrastra en las elecciones municipales y autonómicas, sin el Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat, las Diputaciones de Valencia y Castellón y con muy poco poder municipal -con la excepción de la provincia de Alicante-, los populares valencianos parecen congelados, atrapados en una crisis que muchos critican en privado, pero pocos se atreven a decir en público lo que piensan: o hay congreso provincial en Valencia pronto y se renuevan las (en muchos casos inexistentes) estructuras locales y comarcales, o habrá Botànic para rato, con más PSOE y menos Compromís, pero tanto monta, monta tanto. El único que de momento ha dado el paso para movilizar mínimamente el partido es Juanvi Pérez, quien fuera diputado nacional, que lleva meses manteniendo reuniones por toda la provincia y lanzando el mensaje que la mayoría piensan pero que no se atreven a verbalizar. Por aquello de que quien se mueve, no sale en la foto.
Y no sér por falta de militantes con ganas de liderar el partido. Desde el propio Juanvi Pérez, al alcalde de Alfafar y presidente de la gestora, Juan Ramón Adsuara; el diputado provincial, Javi Montero (compañero de piso de estudiando de Pablo Casado e íntimo del diputado Luis Santamaría); Paz Carceller (alcaldesa de Puçol, en la comarca de l'Horta Nord, vista con buenos ojos por Isabel Bonig); el alcalde de Gavarda, Vicente Mompó; entre otros.
El vacío orgánico en la provincia es una de las causas del desastre en las elecciones municipales del 2019. La guerra entre Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles ha convertido en un erial a la provincia, sin pulso, sin directrices, sin liderazgo. Un desierto. Sólo basta con ver cuántas alcaldías lograron los populares para darse cuenta de que tras la guerra civil, llegó la hambruna. Tres ejemplos: en Camp de Morvedre, el PP sólo retiene Benavites; en l'Horta Nord, Emperador y Puçol; en Camp de Túria, Bétera, Vilamarxant, Domeño y Benaguasil.
El partido en Madrid, que a veces no ve más allá de Almansa, pospuso cualquier congreso hasta que pasaran las elecciones municipales, autonómicas y generales del 10-N. Sin embargo, dos meses después de los últimos comicios, no hay fecha clara. Hay que tener en cuenta que se deben celebrar congresos provinciales, regional, locales y comarcales, el orden según vea el partido cuál genera más ilusión o derrama menos sangre. Pero en lo que todas las fuentes consultadas coinciden es que en caso de no celebrarlos lo más rápidamente posible y con el mayor consenso, en 2023 seguirá gobernando el Botànic en la mayoría de los sitios.
PUNTO FINAL
En este contexto, vuelve al PP quien fuera alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí. Según dice (
), para trabajar para centrar al partido y sin mayor ambición. Una buena noticia para un partido que no puede permitirse el lujo de perder militantes y referentes; al contrario, volver a ser la casa de todas las sensibilidades del centro derecha valenciano.
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