Mi enésima interpelación a la consellera Mollà en el pleno de Les Corts ha sido sobre el descontrol de la plaga del mosquito tigre en la Comunidad Valenciana. Una plaga que cada año es más duradera, más intensa y ya causa estragos en el 85% de los municipios de Castellón y en toda la Comunidad Valenciana.
En Les Corts, he alertado de forma continuada sobre el mosquito tigre y la gravedad del problema. No es un mosquito común, no es el que conocemos y conocÃan nuestros padres, en la marjal o acequias. El tigre, Aedes albopictus, es originario del sudeste asiático, llegó a España en el verano del 2004 y en el 2010 a la provincia de Castellón.
Los expertos advierten que puede ser transmisor de virus, como el Dengue, fiebre amarilla, el Zicka o el Virus del Nilo.
Las aguas estancadas y la temperatura hacen que, entre mayo y noviembre, la plaga del mosquito tigre prolifere y sea un problema en 87 municipios de Castellón.
El tripartit, PSOE, CompromÃs y Podemos, actúa poco, tarde y mal. El problema crece y crece. La tensión en la población afectada va en aumento, las quejas públicas no cesan y hasta ya hay manifestaciones, la última, hace unos dÃas, frente a la tenencia de alcaldÃa del Grao de Castellón, la situación en la MarjalerÃa de Castellón es insoportable.
Señores del Botà nic, tienen un presupuesto anual de 25.000 millones de euros, de los que solo gastan en la lucha contra el mosquito tigre 350.000 euros. Necesitamos que inviertan más, tengan un protocolo de actuación en el que estén coordinados con diputaciones y ayuntamientos y que de una vez por todas actúen en tiempo y forma.
Esto no puede seguir siendo un sálvese quien pueda entre administraciones públicas.
Señora Mollà , muchos valencianos pierden su calidad de vida y ponen en riesgo su salud, durante meses, todos los años.
Un riesgo que también corre una actividad económica fundamental en la Comunidad Valenciana, el turismo. Una actividad que supone el 15% del PIB valenciano y 300.000 puestos de trabajo. Los turistas no vienen a correr riesgos de salud, ni a que les cosan a picaduras los mosquitos.
Cada año es peor que el anterior. La calidad de vida y la salud de muchos valencianos se pone en riesgo año tras año, como también nuestro turismo, ante este panorama la administración pública y en concreto usted, señora consellera, junto con el señor Puig, tienen la obligación de evitarlo.