Casi ocho años después de que el Partido Popular perdiera el gobierno municipal de Castellón tras 24 años en el poder y, sin escaso disimulo, todavÃa hay asociaciones de vecinos (colectivos que siempre han de mantener su equidistancia polÃtica) que mantienen una fe inquebrantable a los populares, como si todavÃa ejercieran un mandato casi mágico (inexistente a todas luces) sobre la ciudad. Es el caso de la asociación de vecinos de San AgustÃn y San Marcos, y de su presidente Francisco Cabañero.
Como observador de la realidad, y tras participar el pasado fin de semana en la fiesta de Sant Antoni del barrio, las escenas no dejaban espacio a la duda. Cabañero, exultante, recibió al exalcalde Alberto Fabra, -ciudadano Alberto que fue un alcalde mediocre-, y expresidente de la Generalitat -el peor jefe del Consell de la historia y que no aportó nada para Castellón-, senador territorial, rescatado ahora para encabezar la lista de los popularistas para las elecciones autonómicas, y lo pastoreó por las calles durante la procesión del santo, sin separarse de él como si todavÃa tuviera competencias para resolver los todavÃa problemas que arrastra el barrio. Hasta tal punto fue el 'compadreo' de Cabañero con el ex que el homenajeado de la fiesta, el periodista José MarÃa Arquimbau, quedó marginado en el cortejo y caminaba acompañado de su esposa fuera del lugar de honor que le correspondÃa.
Y, no digamos, los concejales del PSOE, José Luis López y Pili Escuder, estos sà con mando en plaza, que quedaron desplazados de forma deliberada. Yo, del grupo municipal socialista me plantearÃa no volver al Grupo San AgustÃn y San Marcos mientras no se le pase la 'popularitis' que sufre el presidente vecinal, quien no ha escondido nunca sus preferencias polÃticas que, por una cuestión de decoro, tendrÃa que guardarse para sÃmismo, y seguir trabajando por sus vecinos, y recordarle también que el verdadero cambio que experimentó su barrio fue en 1989 cuando, con un gobierno autonómico del PSOE, el enclave fue declarado de acción preferente y dotado de los recursos y dotaciones necesarias que rompieron su marginalidad.