Querido Dámaso:
Esto está muy
revuelto, tan revuelto y "destarifado" que me está llegando a dar miedo. Yo
pensaba que de la crisis, salÃamos con amor, con agudeza, con ingenio, con
ganas de trabajar, con todo lo positivo que se necesita para vivir, pero veo
que no salimos. Las fuerzas me fallan, la gente no nos entendemos y los cercos
se van estrechando. Tarea difÃcil para todos la de sobrevivir.
Me produce tristeza
que la sala del TSJ de la CV deje a Vicente Rambla, Milagrosa MartÃnez y
Angélica Such al borde del banquillo por el "Caso Fitur" por los contratos
entre 2005 y 2009 y los sobrecostes de los mismos. Me produce mucha
tristeza que los ex directivos de
RTVV defiendan los contratos con
Gürtel por la visita del Papa. Y me produce indignación que todo lo que huele a
corrupción siga andando tan tranquilo por las calles de nuestras ciudades. Eso
es lo que más rabia me produce porque gracias a esa corrupción hemos llegado al
punto en el que nos encontramos.
Ayer el Presidente
de la Casa de Caridad, suplicaba, pedÃa, que se "llegara a un acuerdo para
mitigar la pobreza". Dámaso ¿Qué razón existe para pasar en tan pocos años de
la opulencia a la miseria? La Casa
Caridad pedÃa un "cónclave a pan y agua de los polÃticos y agentes…". SÃ, señores
a pan y agua.
Qué tristeza tan
grande la de nuestra gloriosa Comunidad. Además de todas las imputaciones,
además de todas las corrupciones, además del paro… POBREZA. Pero pobreza en el
sentido más amplio de la palabra. Los Pobres de Yahvé, los ANAWIN. Ya en el
Antiguo Testamento el pueblo hebreo evocaba su lastimoso cortejo: el indigente,
el raquÃtico, el mendigo insaciado, el hombre abajado y afligido. Pero la
pobreza de que habla la Biblia, no es solamente una condición económica y
social, sino que puede ser una disposición interior, una actitud del alma.
Sin embargo, ante este escándalo de la pobreza y la
riqueza, resuena en mi mente una frase "Bienaventurados los pobres de espÃritu"
porque la pobreza de espÃritu no se mide por las cosas que se poseen, sino por
las cosas que se valoran. ¿Quién es más pobre? Sin duda quien teniendo muchas cosas,
siente que le falta todo, y por eso existe la corrupción, porque todos queremos
ser más que el otro. De cualquier modo, los pobres, los más pobres son los más
queridos por Dios… es el mejor sentimiento que puede albergar mi mente, la
mente del pobre: ser el más querido por Dios.
La verdad es que
hoy me cuesta escribir, porque cuando la vida te da retos tan intensos, y ves
tu indignidad, digna de ser un pobre, te ves un mendigo de amor, te ves cautivo
de la vida, y por encima de todo
incomprendido por la sociedad, es cuando más valor tienes para tomar la bandera
y luchar contra tantos sinsabores que azotan nuestro mundo.
De Fitur al
banquillo. De la Feria del Turismo a la pobreza. Del mercado de ilusiones a la
Casa de Caridad. De la Caridad a la corrupción. De la CORRUPCION A LA MISERIA.
SÃ, Dámaso, asÃ
estamos… Qué pena de siglo XXI, es
muy penoso escribir cartas a los que nos dirigen explicando lo que pasa y que
nadie te responda… es muy difÃcil
saber callar los nombres y apellidos de aquellos que te hunden, es muy difÃcil
asumir tu pobreza cuando es el mal de todos, y sobre todo es imposible
reivindicar la justicia para un parado, cuando somos más de seis millones los
que vamos en ese barco, y las causas siguen vivas… "Lo peor ya ha pasado".
Pero más difÃcil es
luchar contra el engaño pactado, más difÃcil es creer en mentiras sonoras, y
resulta imposible tener fe en quien nos ha conducido a más velocidad que el
AVE de la autopista del progreso a
la vÃa de la indigencia, a causa de la INDECENCIA.
Perdóname querido
lector, perdón querido polÃtico, TODOS NO
SOMOS IGUALES, todos no somos corruptos, todos no engañamos. Pero los
que nos han engañado de una vez por todas que pidan perdón a los pobres y que
devuelvan lo que no es suyo. DecÃa JoaquÃn Sabina: "Yo querÃa escribir la
canción más bonita del mundo…
Nunca pude cantar de un tirón la canción de las babas del mar, del
relámpago en vena, de las lágrimas para llorar cuando valga la pena…".
Lágrimas para
llorar cuando valga la pena. Lágrimas para llorar las injusticias, y si estás
limpio de corazón, de mente, de tu acción, no llores, porque tu eres libre, tu
no me has hecho un pobre.