Paco Novella. La crisis ha conseguido entre otros triunfos acelerar el proceso secesionista en Cataluña y más calladamente en el PaÃs Vasco aunque la exigencia en este caso último actua como catalizador de una sociedad fracturada desde largo tiempo con la amenaza omnipresente de las armas terroristas que condicionan el ejercicio de la democracia en cualquier ámbito posible, destrozando su existencia misma
La secesión de Cataluña más alla de una hipótesis basadas en mayorÃas o en su carencia señala y encubre las deficiencias en la gestión de un gobierno nacionalista acostumbrado ya más a dividir que a representar a todos. Existe, cierto es, un alto porcentaje que desea la independencia y se ha manifestado por ello aunque cabrÃa preguntarse cúal es el orden de prioridades en una sociedad ya de por sà castigada por los efectos de la crisis.
La fractura polÃtica es una realidad divergente que separa la realidad social más como resultado de la voluntad de porcentajes vacilantes y temporales donde la unidad se presenta como un espejismo alienante que soslaya las verdades necesidades de todos ya que este punto reviste de mayor interés y relevancia en un orden polÃtico donde se prioriza y prefiere actos que lesionan a muchos e incapacitan a éstos, anulando su voluntad y su razón de ser desde la exclusión y la indiferencia polÃtica.
Cercenando la sociedad por una simple operación matemática donde la suma es resta se impulsa el proceso soberanista donde un exiguo porcentaje de mayorÃas afecta a todos y además al conjunto de la nación que es sujeto de la soberanÃa y no parte de aquella que se pretende separar, pues su impulso y sus intrÃnsecas contradicciones y ambivalencias establece más fronteras convencionales y ficticias que solo separan y nada unen, estableciendo todo déficit social como refugio de la incapacidad polÃtica de Cataluña y su gobierno para asumir errores y cobijar fracasos.
La secesion de Cataluña se presenta por momentos como un grave factor de inestabilidad polÃtica que indefectiblemente afecta a la recuperación económica.
