Me levanto como cada mañana a las 6:30 para ir al centro terapéutico. Después de realizar las rutinas pertinentes me dispongo a contestar los correos y mensajes pendientes.
Son las 9:01 cuando inesperadamente me llaman por teléfono móvil:
-SÃ, Digame?- respondo tranquilo.
-Hola, Enric? Soy Gerardo, no sé si te acordarás de mi…me diste clase en…-noto una voz temblorosa.
–Ah! SÃ, claro que me acuerdo… Dime, ¿qué puedo hacer por ti?- pregunto con calma.
-Pues mira Enric…mmm.. Me gustarÃa hacer terapia contigo; resulta que soy adicto a Instagram y a todas las redes sociales en general-me cuenta con voz sobresaltada.
-Cuéntame
-Ya no puedo más Enric… te comento: me despierto por la mañana y antes de salir de la cama, ya me he metido en Instagram, Facebook, Twitter, TikTok y Telegram. Subo fotos y contenido dos y tres veces al dÃa. Miro constantemente las redes de forma compulsiva comprobando que me suben los likes. Si no aumentan en el momento, me frustro y me rayo mucho. En ese momento me empiezan venir pensamientos negativos sobre que no valgo lo suficiente y continúo dándole vueltas y a pensar qué puedo subir o publicar para tener una buena dosis de reconocimiento. No me quiere la gente. Estoy esclavizado. Soy un adicto. Ya no sé qué hacer…
-Tranquilo, Gerardo. Gracias por la confianza, miro agenda y cuadramos para sesión.- respondà seguro identificando su problema.
Cada dÃa somos más personas las que usamos las redes sociales: según los últimos estudios relacionados con la temática, indican que, en el mundo hay 6.358 millones de usuarios de teléfonos móviles y 4.147 millones de personas activas en las redes sociales, con un aumento del 11% respecto al año anterior.
En España, el 90% de la población entre 47 y 67 años está en Facebook. En Instagram, de momento, un 37,7%.
Muchos de estas personas acaban sufriendo trastornos relacionados con la adicción a las redes sociales y, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Massachusetts ha podido demostrar que un uso excesivo de estas puede provocar en el cerebro unos efectos similares al consumo de cannabis y cocaÃna.
En una entrevista publicada por la BBC, el ingeniero y diseñador de interfaces y creador del "scroll infinito", Aza Raskin, advertÃa sobre el uso que se hace actualmente de las redes sociales: "Detrás de cada pantalla de un teléfono móvil o tablet hay más de 600 ingenieros que han trabajado para que sea lo más adictiva posible", "si no le das a tu cerebro la posibilidad de asimilar tus impulsos, únicamente haces scroll de manera infinita".
Leah Pearlman, que fue coinventora del botón de 'like' de Facebook lo tiene claro: "Si necesitaba un "chute de energÃa", iba a Facebook; si me sentÃa sola y triste, miraba mi teléfono; si me sentÃa insegura y con pocas ganas de hacer cosas, miraba las redes sociales. Aunque trabajaba dentro, en realidad también estaba adicta a los comentarios y los likes".
La situación de Gerardo se está dando cada vez más. Desgraciadamente en la mayorÃa de los casos hay algún diagnóstico de base: trastorno de ansiedad, rasgos de impulsividad, depresión, adicción previa o, en paralelo, trastornos alimentarios.
Ante un caso de sospecha o certeza de adicción, se debe actuar siempre de forma inmediata. Quizá sea hora de intervenir. No dudes en pedir ayuda a un profesional.
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