Porque nuestro problema ecológico principal es la desertización de nuestro sureste. Y no podemos seguir mintiendo a la población. También nuestra agricultura y nuestro turismo necesitan con urgencia el agua del Ebro, esa que por millones de litros se va al mar. No la necesitamos toda. Es cierto. Pero sÃ, una poca, de todo ese océano de agua dulce que se pierde miserablemente cada año. La lucha contra nuestra desertización, contra nuestro cambio climático, es una urgencia ineludible.
Mientras usted se dedica a marear la perdiz pidiendo que se trasladen organismos de la capital a nuestra Valencia. ¿Es qué acaso usted va a trasladar sus oficinas de President a Morella o a Xativa? Basta de tomaduras de pelo. Por cierto, en su caso nunca mejor dicho.
Usted no es capaz de acometer ninguno de los proyectos que necesita Valencia: ni el soterramiento de la playa de vÃas del Ave, ni la ampliación del puerto, ni el corredor mediterráneo, ni nada de nada...Sólo le queda como a cualquier inútil tirano arremeter contra otras comunidades. Ya se sabe que el patriotismo - en su caso "patrioterismo"- es el último refugio de los canallas. En esa patética obsesión contra Madrid, recuerda usted al rey marroquà reivindicando Ceuta y Melilla, cuando tiene cualquier problema interno. O a Franco, maldiciendo la conspiración judeo-masónica internacional.
Y eso es lo que hace usted exactamente. No afrontar ninguno de nuestros verdaderos problemas. Y después de tantos años. Pero eso sÃ, usted es un verdadero hacha en echarle su culpa a los demás. Lo que es perfectamente coherente, pues ni siquiera es Honorable, que eso significa que ejerce el cargo " ad honorem", es decir, que no cobra. Y lo suyo es sólo eso, un vil negocio, como en general el de la mayorÃa de los polÃticos de este paÃs, que además de no resolver los problemas reales, se dedican, como usted, a crear otros nuevos. Antes completamente inexistentes. Inútiles.