Sumar confía en superar otra nueva crisis, esta vez ocasionada por la amenaza de ruptura de Compromís, una de las formaciones del grupo parlamentario, que está muy molesta por no haberse respetado su criterio en la comisión de investigación de la dana y este lunes decidirá si sigue o no en la coalición.
El grupo parlamentario Sumar está a punto de cumplir dos años de vida, pero en este tiempo ya ha vivido varios momentos críticos que han puesto a prueba la supervivencia de esta coalición de partidos, encabezada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
El primero de ellos fue la salida de Podemos del grupo poco después de las elecciones generales, en diciembre de 2023, y más adelante la dimisión en octubre de 2024 del que fuera el portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, tras varias acusaciones de violencia sexual contra él.
En esta ocasión la crisis se ha desatado a instancias de Compromís, que amenazó con dejar Sumar hace una semana, después de que el grupo no aceptara su listado de peticiones de comparecientes para la comisión de investigación de la dana en el Congreso, entre los que estaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Doble crisis: en Sumar y en Compromís
La decisión sobre la ruptura la tomará la ejecutiva de Compromís este lunes en Valencia, pero no será fácil llegar a un acuerdo porque esta coalición de partidos valencianos vive a su vez su propia crisis interna, con dos posturas totalmente opuestas.
Por un lado está la formación mayoritaria, Més-Compromís, a la que pertenece la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó, que defiende salir del grupo parlamentario, y por otro lado está Iniciativa, partido al que pertenece el otro diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, que aboga por seguir.
Fuentes de la coalición de Compromís explican a EFE que la decisión se tomará por unanimidad y consenso, aunque no descartan ningún escenario, como por ejemplo que el diputado Alberto Ibáñez siga en Sumar y Àgueda Micó pase al grupo mixto, donde están otros partidos como Podemos, BNG y Coalición Canaria.
Esta separación es el principal mal a evitar, según las mismas fuentes, que recalcan que el malestar de Compromís con Sumar viene no tanto por el hecho de no haber pedido la comparecencia de Sánchez, sino por no respetar su criterio en la comisión de investigación de la dana.
Sumar e IU confían en llegar a un acuerdo
En medio de esta crisis, tanto el partido Movimiento Sumar (al que pertenece Yolanda Díaz) como IU son optimistas y confían en reconducir la situación y llegar a un acuerdo con Compromís, aunque no concretan qué pueden ofrecer a sus socios de grupo, que quieren que todos los responsables políticos den sus explicaciones.
La propia Yolanda Díaz ha asegurado que el estado de salud de Sumar es bueno y ha recordado que la dirección del grupo acordó un plan de trabajo para la comisión de investigación de la dana, pero sin llegar a proponer un listado de comparecientes.
En privado, fuentes de Sumar y de IU rechazan rotundamente la posibilidad de que comparezca Sánchez, para no seguir el juego al PP, y subrayan que hay que centrarse en el responsable de la tragedia que, en su opinión, es el Gobierno autonómico de Carlos Mazón, algo en lo que coinciden con Compromís.
La tentación de pasar al grupo mixto
La crisis con Compromís ha dejado en evidencia la dificultad para armonizar los intereses dentro del grupo Sumar, en el que conviven varios partidos de izquierdas con ideas políticas iguales o muy similares, pero con dos almas distintas.
Por un lado están los partidos que forman parte del Gobierno de coalición con el PSOE: Movimiento Sumar, IU, los comunes y Más Madrid.
Y por otro lado están Compromís, la Chunta Aragonesista y Més per Mallorca, partidos leales al Gobierno pero que no forman parte del mismo y que consideran que podrían defender los intereses de sus territorios tanto en Sumar como en el grupo mixto, sobre todo en el actual contexto, sin unos nuevos presupuestos generales a la vista.
Esta es la disyuntiva que afronta ahora Compromís, a la que hay que sumar más claves internas, ya que la coalición mantiene un pulso con el PSOE para atraer a los votantes de izquierdas en la Comunitat Valenciana.