Mingarro y Sancho. FOTO EPDA
Octavio Herranz. FOTO EPDA El tránsfuga Carlos García Mingarro sufre el que podría denominarse ‘síndrome Mayte Zaldívar’, la ex mujer del ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, a quien todo lo que hacía su marido le parecía bien hasta que fue abandonada para marcharse junto a Isabel Pantoja. Entonces, se le soltó la lengua y recuperó la memoria respecto a las bolsas de basura que veía entrar en casa repletas de dinero.
A Mingarro le ha pasado algo similar, pero en su relación política con su ex partido, el PSPV-PSOE, por el que se presentó a las elecciones municipales en 2013 para, una vez saberse que al PP sólo le faltaba un voto para gobernar con mayoría absoluta, abandonar su formación, convertirse en el primer tránsfuga de la Comunitat y comenzar una batalla dialéctica en los plenos municipales contra el portavoz socialista, Octavio Herranz, la concejala Reyes Antoni y el secretario general del PSPV, Pere Antoni. Acusaciones que no hizo cuando militaba en el PSPV-PSOE y en cualquier caso desmentidas de plano por éstos.
En la última sesión, apoyado por el secretario municipal, José Antonio Sancho, acusó a Herranz de haber intentado ‘‘adjudicar a dedo un sustancioso convenio eléctrico’ presentado por Pere Antoni. Un convenio que no fue aprobado.
Un extremo que ya fue desmentido por Octavio Herranz en aquel momento, pero que ahora ha presentado por registro de entrada en el ayuntamiento un escrito en el que exige a Mingarro que rectifique en el próximo pleno ‘‘por sus graves acusaciones’’ o lo llevará a los tribunales, unas declaraciones que fueron recogidas en grandes titulares por el periódico en el que se publicita en todos los números el Ayuntamiento de Canet d’En Berenguer.
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