Cómo conseguir una piscina con bajo presupuesto para este verano.Una de las maneras más efectivas de librarnos del calor en verano es darnos un baño en una piscina. Pero, claro, construir una no está al alcance de todos, bien sea por nuestra limitación de presupuesto o por falta de espacio, puesto que incluso si tenemos jardín es difícil que contemos con el espacio suficiente para ello. Por suerte, existen alternativas a la clásica piscina de obra que nos permitirán tener una piscina en la que refrescarnos por muy poco dinero. Te lo contamos a continuación.
Una muy buena opción, y probablemente la más asequible, es la de instalar una piscina de plástico desmontable. Son, en esencia, como las piscinas de plástico que usaban los niños, solo que en la actualidad existen multitud de acabados, modelos y tamaños que poco tienen que envidiar a otros tipos de piscina.
Tienen la ventaja de adaptarse al espacio del que disponemos y de poder recogerla una vez acabe el verano. Podemos tenerla guardada hasta el año siguiente, por lo que no ocupará un espacio muy preciado en nuestro jardín. Es una buena forma de evadir el calor por poco dinero, y solo necesitaremos un tapiz sobre el que instalarla para evitar que se rompa. Ten en cuenta que, si la instalas sobre césped, este se estropeará y deberás cambiarlo cuando quites la piscina.
Otro tipo de piscinas que no requieren realizar excavación son las que están formadas por PVC o aluminio. Aunque estos dos materiales presentan diferencias entre sí, en dimensiones y características son similares. Las piscinas formadas por lonas de PVC son más baratas que las de aluminio, pero menos resistentes: es más fácil que sufran agujeros o averías. Las de aluminio, por su parte, te durarán más tiempo sin desperfectos, puesto que se trata de un material muy ligero pero capaz de soportar el peso del agua. De todos modos, si esta opción aún se escapa de tu presupuesto, puedes recurrir a solicitar un préstamo personal online con ayuda de un comparador que te facilitará la opción que mejor se adapte a ti.
En caso de que ninguna de las opciones anteriores te convenza porque prefieres la comodidad de las piscinas enterradas, también hay algunas alternativas más económicas que una piscina de obra tradicional. La primera de ellas consiste en las piscinas prefabricadas de una sola pieza, cuya función es la misma a la de una piscina de hormigón, pero con una instalación más rápida y económica. En el mercado hay gran variedad de formas y tamaños, y será necesario adaptar el agujero. Además, no producen algas (porque no tienen juntas), son muy fáciles de reparar si sufren averías y se pueden vaciar de cara al invierno sin que se estropee.
La siguiente opción es, en realidad, una piscina de obra, en la que abaratamos costes reduciendo el tamaño. Las piscinas de hormigón son las más habituales, y tienen la ventaja de que duran mucho tiempo y envejecen en muy buenas condiciones. El problema es que el precio suele ser muy alto, por lo que si no queremos gastar demasiado podemos hacerla más pequeña. Seguirá teniendo todo lo bueno de una piscina de hormigón, aunque es cierto que posiblemente no sea la opción ideal para los niños, a los que se les puede quedar pequeña para jugar o nadar.
