Pie de fotoRecuerdo una conversación con un prestigioso director de periódico hace poco más de una década. Le comentaba la importancia de la información local, de la prensa de proximidad, y él me refutaba subrayándome que la tendencia del momento, sobre todo la aplicada por los grandes grupos periodísticos, consistía en lo contrario, en alejarse de ella, en reducir e incluso suprimir el espacio dedicado a esa información local. Me pareció desgarrador.
Por fortuna, se trataba únicamente de una opinión, de una percepción, como tantas veces ocurre en periodismo, una práctica profesional cimentada en el bagaje, la intuición, una agenda amplia y la precaución del contraste continuo, aunque, por contra, carente de exactitud científica.
En el caso de las valoraciones, por mucho que constituyan una tendencia, prefiero asirme al eternamente sabio Marco Aurelio, que, en una de las brillantes frases de su compendio reflexivo titulado Meditaciones, aseveraba que “el objeto de la vida no es estar en el lado de las mayorías, sino en escapar de los insensatos”. Tampoco son matemáticas.
De la suscripción al canal digital
La realidad, basada en la experiencia, confirma que el sector de los medios de comunicación se ha transformado. Internet, en sus múltiples derivaciones, lo ha metamorfoseado. Ha reducido las suscripciones al papel y ha incrementado las digitales a las que se alude con el anglicismo newsletters. Hace posible que redes o grupos de whatsapp o telegram multipliquen el efecto de una publicación. Ha permitido que proliferen múltiples pequeños medios basados en una tarima digital cuya existencia hubiera sido del todo imposible hace un par de décadas, donde los grandes ostentaban un asentado oligopolio. Se ha pasado del latifundismo al minifundismo mediático.
Y así podríamos continuar hasta chocarnos con una realidad inmutable: las personas queremos conocer qué pasa en nuestro entorno, sobre todo en aquel que pisamos cada día. Sí, nos afligen los bandazos emocionales de Trump que asolan con guerra y destrucción diferentes puntos del planeta, pero nos trastoca el día un atasco kilométrico de camino al trabajo, la huelga del metro o el cierre provisional por vertidos de la playa donde veraneamos. O nos sorprende o alegra que alguien de la familia gane un acta de concejal en nuestro pequeño municipio, que la banda de música de la que forman parte nuestros hijos haya ganado un premio o que se haya jubilada la propietaria de la única tienda del pueblo.
De muchas de estas cuestiones nos enteramos o las corroboramos y valoramos por los medios locales, que son los que nos aportan claves de cuestiones que repercuten en nuestro quehacer cotidiano. Como El Periódico de Aquí, en digital y en papel. Su sola existencia confirma que, por supuesto, la información comarcal, de proximidad, tiene presente, y sus ediciones impresas refrendan que el formato papel, por muchos augures que desde hace décadas lo den por finiquitado -incluso alguno se atrevió a poner fechas concretas y ya pasadas de defunción-, cuenta con innumerables lectores. Y no solo entre personas jubiladas.
Nos interesa saber lo de aquí, lo nuestro. Y en un tormenta constante de informaciones contradictorias el soporte donde se publica, la fuente de información, resulta una garantía de credibilidad y certeza.
Historias de las comarcas
El Periódico de Aquí cuenta historias personales como la de Vicente Calpe, que se despide tras seis años de médico en Montanejos, relata la aplicación del servicio Enrédate en la comarca del Rincón de Ademuz para combatir la soledad no deseada en personas mayores o explica los preparativos de la 53 edición del Dia de la Cirera en Serra.
Lo hace con una visión local, en sus ediciones comarcales, y también global, al contar en el número en papel de Valencia, por ejemplo, las jornadas de turismo que igualmente organiza el periódico, como agente social que es, en Camp de Túria, Palancia o Camp de Morvedre. O, dentro de esa misma faceta de dinamizador comarcal, las galas de entrega de premios celebradas en Requena, Tuéjar o El Puig, por citar únicamente algunos ejemplos. Todo ello, además, se halla accesible en la web para leerlo desde cualquier lugar del mundo.
El Periódico de Aquí nació precisamente con esa vocación en 2010 en la aludida Camp de Morvedre gestado por la visión empresarial y periodística de Pere Valenciano. Él no se dejó guiar por esa tendencia capitalina, por esa cosmovisión alejada de la vida común de las grandes urbes de desmerecer lo local. Hizo lo contrario. Y con ese espíritu ha guiado El Periódico de Aquí hasta la fecha. Han pasado 15 años. Son los que este medio celebra el próximo 1 de julio en el teatro la Rambleta, ubicado en el barrio valenciano de San Marcelino.
Han pasado tres lustros de compartir historias que posiblemente pasen desapercibidas en la vorágine de información internacional, nacional o incluso regional; no obstante, son las que marcan la actualidad cotidiana de quien habita en l’Alqueria de la Comtessa, Gátova, Alberic o Gilet. Y así hasta seguir enumerando la inmensa mayoría de los 542 municipios que la Comunitat Valenciana. Porque nada existe más valioso ni preocupante que saber qué pasa en tu entorno. Por ese motivo, nada adquiere más valor práctico y emocional que un medio fiable que te lo cuente con empatía y rigor.
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