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Cientos de personas en la Romería de Segorbe a la Cueva Santa
Es patrona de la ciudad y de la diócesis
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REDACCION - 05/10/2019
Las reinas en el comienzo de la romería
Cientos de personas han
participado hoy en la tradicional romería oficial de Segorbe al santuario de su
patrona y de la diócesis, Ntra. Sra. de la Cueva Santa, cuya celebración se
reserva para este primer sábado de octubre.
Las
excelentes condiciones meteorológicas, han favorecido la presencia de público
en el Santuario, ubicado en término de Altura, aunque no ha habido tanta gente
como otros años en la salida oficial desde la plaza de la Cueva Santa de
Segorbe.
Entre
la comitiva y en el canto de la Salve inicial, se encontraba la alcaldesa de
Segorbe, Mª Carmen Climent, las reinas María Rubicos y Lucía Magdalena y
componentes de la Asociación de Romeros de la Cueva Santa que han impuesto
pañuelos conmemorativos a quienes no los tenían.
Por parte del Ayuntamiento y su
Comisión de Fiestas se ha regalado agua fresca y parasoles para los caminantes,
tanto al principio como a mitad del recorrido.
Es de destacar entre los actos
la popular procesión de antorchas a la cruz que además de las autoridades municipales
ha sido presidida por el obispo de la diócesis, Casimiro López Llorente.
Para
los mayores, el Ayuntamiento organizó un servicio de autobuses gratuito para
llevar a los interesados y recogerlos después de la procesión.
El culto a la virgen de la Cueva Santa, extendido
por toda la Comunidad Valenciana, se remonta a principios del siglo XVI. La
pequeña imagen de la virgen, cuya autoría atribuye la tradición a Fray
Bonifacio Ferrer (hermano de San Vicente), fue hallada por un pastor en el interior
de la cueva, entonces aprisco de ganado. En el centro de la cavidad se encuentra la
capilla y el altar de la virgen, cuyas obras comenzaron a realizarse a finales
del XVI, sufriendo modificaciones en diversas épocas. Desde
entonces numerosos milagros y curaciones extraordinarias se atribuyen a esta
pequeña imagen que cinco siglos después sigue siendo objeto de devoción de los
segorbinos.