Juan Planes. EPDA
Primavera
de 2079. Una abuelita está pasando una tarde de verano con su nieta y ésta le
pregunta: “Abuela, ¿podrías contarme alguno de los días más felices de tu
vida?”, a lo que responde la abuela “Por supuesto, el día en que el post de mi foto con el bikini amarillo
en la playa de la Pobla alcanzó 211 likes”.
¿Te
parece verosímil la respuesta? No lo creo. La propia Facebook señaló en 2016
que de promedio pasamos una hora diaria
en el sitio, muchos es lo primero que
hacen en la mañana, incluso antes de levantarse de la cama.
Las
redes sociales son un nuevo enemigo de nuestra felicidad, investigaciones han
demostrado que su uso puede restar valor a las relaciones, reducir el tiempo en actividades con
significado, aumentar el sedentarismo,
hacerte adiccto a Internet o erosionar la autoestima por comparación social desfavorable.
Datos de 5,208 adultos, estudiando varias
medidas diferentes de uso de Facebook (likes,
publicaciones, consultas) durante un período de 2 años, asociaron
negativamente el uso de Facebook con el
bienestar general, siendo especialmente dañino en aquellos que constantemente
curioseaban el contenido subido por otros, algo que se puede medir con el uso
de “likes”. A más curioseo, mayor reducción de la salud física y mental y de la
satisfacción con la vida.
Otra investigación que controló los
niveles de felicidad de 1.095 personas a las que se les pidió, a la mitad de
ellos, que dejaran de utilizar Facebook
durante una semana, comprobó que éstos, comparados con los que siguieron
utilizando la red de forma habitual, aumentaron su nivel de felicidad un 7,4%
en una sola semana y que además estaban menos preocupados, solos y estresados
en comparación con los que permanecían en Facebook.
Facebook
es una herramienta muy poderosa
para estar enterado de tus temas de interés, saber sobre eventos en tu
ciudad, comunicarte con una comunidad de seguidores, o con un grupo de colegas,
o conocer a personas con intereses similares. De hecho, Facebook ha hecho mucho
bien por mi vida.
El
uso inteligente de Facebook, apliquese a otras redes sociales, mejora tu vida.
El uso que hace la mayoría, es decir, “posturear” y cotillear, no hace sino
empeorar tanto tu vida como tu propio
muro de Facebook (que es inteligente y detecta cuán inteligente estás siendo tú
con él).
Una hora “tirada”
al día por 365 días durante 40 años son 14.600
horas de tu vida echadas a la basura. Se estima que necesitas unas 3.000
horas de estudio, trabajo y práctica para hablar inglés de forma muy fluida o para aprobar un Máster Universitario, unas 600 para ser
monitor de Pilates, y unas 224 horas
para prepararte una maratón.
¿Qué
tipo de abuelita quieres ser, la que entusiasme a su nieta con todo lo que
aprendió y vivió en su vida o la que la aburra contándole que su juventud pasó
demasiado aprisa? Dí NO al Facebook, SI
a la vida.
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