Imagen del Levante compartida en redes por el club con motivo de la convocatoria de la Junta General de Accionistas.
El Levante decretó este lunes cinco días de luto oficial en memoria y homenaje a las víctimas del incendio del pasado jueves en València en el que han perdido la vida diez personas, entre ellas un abonado del club y su familia.
El presidente del Levante, Pablo Sánchez, conversó este lunes con los padres del abonado fallecido y estos dieron permiso al club para iniciar una serie de acciones en memoria de su hijo, Ramón Ferrer Serra y de su nieto, Víctor Ferrer Bataller, que ya contaba con el abono simbólico que se realiza a los menores de 4 años.
Para el próximo partido ante el Real Sporting, previsto para el 10 de marzo, el club prepara una acción en homenaje a todas las víctimas, y especialmente al abonado granota, socio durante 23 años, y a su familia.
El club, además, informó de que todas las comunicaciones del Levante llevarán un crespón negro y la actividad institucional y social se va a suprimir hasta el sábado a mediodía, excepto la rueda de prensa que el entrenador, Felipe Miñambres, está obligado a ofrecer como previa del partido contra el Real Oviedo.
Los jugadores y jugadoras de todas las secciones del Levante no ofrecerán entrevistas durante esta semana y el club ha cancelado las visitas previstas a los colegios, las celebraciones de aniversario de las peñas, así como las acciones con patrocinadores, colaboradores y todas aquellas acciones que realiza en colaboración con la Fundación del Levante como las charlas en los centros educativos.
Junta general de accionistas para el próximo 26 de marzo
El Levante convocó este lunes para el 26 de marzo la junta general ordinaria de accionistas, en la que arrojará unas pérdidas de 6 millones de euros correspondientes al ejercicio 22-23, mientras que mantiene una deuda de 107 millones de euros, según informaron fuentes del club valenciano.
Con un par de meses de demora, el Levante convocó a sus accionistas pese a que todavía no se ha cerrado el acuerdo entre el consejero delegado, Pepe Danvila, y la Fundación, máximo accionista del club con un 60 por ciento de las acciones, para cerrar un plan de viabilidad en el club valenciano.
Estos seis millones de euros de pérdidas supone un desfase respecto a lo presupuestado, ya que el Levante informó en su anterior junta que tenía previsto ingresar 275.000 euros al cierre del ejercico contable 22-23.
En las cuentas publicadas en el sitio web oficial, el Levante confirmó que el pasado curso experimentó una bajada en los ingresos ordinarios de 44 millones. El Levante, de hecho, sufrió una pérdida de hasta 40 millones por los ingresos de televisión y en el curso 22-23 apenas recibió 9 millones por este aspecto.
El Levante compensó esta drástica reducción con la ayuda al descenso, de casi 19 millones de euros, y con la venta de jugadores cifrada en casi 14 millones de euros.
El director financiero del Levante, Diego Naixes, explicó en un encuentro con los medios de comunicación que después de haber superado una “situación crítica” el club está estabilizado, pese a que tiene una deuda de 107 millones de euros.
De esa cifra global de más de cien millones, 85,3 son deuda a largo plazo y el resto corresponde a una deuda a corto plazo, explicaron las mismas fuentes.
En esta situación, el consejero Pepe Danvila ha inyectado en el club 23 millones de euros, aunque todavía no se ha cerrado de forma definitiva el acuerdo con la Fundación, que está pendiente de ser aprobado por el Patronato de la Fundación de forma inminente.
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