Sergio López, CEO de www.viviendea.com Y, por fin, tenemos gobierno. Y hemos hablado de vivienda, pero no mucho. Y lo que hemos hablado ha sido siempre, por supuesto, con soluciones principalmente generalistas y poco concretas, centradas principalmente en la regulación del mercado del alquiler y la creación de un parque de vivienda social. Suerte con esas iniciativas, seguiremos con mucha inquietud y expectación la evolución de esas propuestas. Porque, como bien sabemos todos, las promesas electorales “siempre se cumplen”.
Con la tan cacareada regulación del mercado de alquiler me quiero remitir a la primera columna que redacté en este periódico “¿Regular regulín o regulín regular?” Les invito a buscarla en la web, para que vean que si algo no he sido es oportunista ni alarmista. Ya hay ejemplos de ciudades que han regulado el alquiler sin éxito. La solución más efectiva es aumentar la oferta, dando garantías tanto al arrendador como al arrendatario, para evitar tanto al inquilino profesional de la esquiva como al propietario cacique. ¿Imposible? ¿Difícil? Para mí un reto, y para eso hemos depositado nuestra confianza en nuestra preparada clase política. ¿O no? Insisto, estaremos atentos para medir tanto las propuestas como la respuesta tanto de la demanda, como de la oferta.
En cuanto al acceso a la vivienda, el principal problema del demandante de vivienda es la poca o nula capacidad de ahorro que tenemos con una sociedad low cost de trabajos con baja remuneración. Eso ha provocado que, al no poder comprar, muchos se han visto obligados a alquiler, creando una “falsa”nueva tendencia del mercado, de la demanda, hacia el alquiler, provocando una respuesta del mercado con nuevas promociones “built to rent” (cómo nos gusta el inglés). Buscar soluciones para facilitar el acceso a la vivienda y el ahorro de las familias es otro gran reto. Pero tenemos claro que ya tiene soluciones para ello. Si no las encuentran, les recomiendo que miren en el mapa proptech español, porque soluciones ya hay.
Y por último, otro reto. En obra nueva, los impuestos que tiene que soportar el comprador de la vivienda, sí el comprador, son aproximadamente el 20% del valor de la misma, 20.000 de cada 100.000 euros son impuestos. El mayor beneficiario en una promoción de obra nueva no es el promotor, no es el constructor, no es el arquitecto, es la administración. ¿Una solución? Ya lo dijimos, por ejemplo, ya puestos, ¿hablamos de impuestos?
Y nos queda abordar la digitalización del sector, y la incorporación de nuevos agentes en una obsoleta Ley de Ordenación de la Edificación, y generar nuevos valores, y escuchar al comprar final… apasionante 2020 nos espera.
Nosotros estamos listos…. ¿Esperamos lo mismo del nuevo gobierno?
Lo dicho, suerte.
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