Que nuestra super vicepresidenta se vaya a pasar la semana al mar Egeo, para visitar in situ el escenario de la trágica diáspora de refugiados sirios que se lanzan desde Turquía a alcanzar algún atisbo de tierra griega para tocar con la punta de los dedos la deseada Europa, me parece del todo frívolo e irresponsable. Esto de la política ficción en la que nos vemos sumergidos, edificada a golpe de tweet y pantallazo, reformula la praxis pública de una manera atropellada, fiándose toda su acción al certamen televisivo y al sainete de los social media.
Auparse como la Juana de Arco de los refugiados y desprotegidos, sirviéndose de una dramática situación que concierne a toda Europa y su relación con los países de origen -las verdaderas víctimas por su inviabilidad como sociedades democráticas y por sufrir el expolio occidental- es lanzarse sin red a una utilización peligrosa de ciertas líneas rojas intocables. Que una gestora autonómica, sin competencias ni posibilidad alguna de actuación y desarrollo sobre el terreno, busque la foto fácil y el titular en 140 caracteres me parece muy reprochable.
Supongo que los vociferantes del nuevo régimen y los corifeos oficialistas vestirán tan audaz iniciativa de compromiso con los más débiles y desamparados allende de nuestras fronteras. De sensibilización ante la catástrofe y de apoyo a las ONG's y voluntarios desplazados. Para agitar conciencias y rescatar personas, como siempre apostillan. Y todo ello en el fondo es correcto, necesario y útil. Pero no protagonizado por Mónica Oltra, la cual no tiene capacidad ni opción de actuar ni mediar en nada. Por tanto desprende un tufillo a propaganda y postureo que tira para atrás...
Pero claro, nosotros la concebimos como vicepresidenta del Consell, la misma que se intituló como madre de todos los valencianos. Incluso le reconozco que se ha erigido como la verdadera líder del tripartito, ante la inanición bochornosa del President Puig. Pero no estamos en lo cierto. Ella se considera un referente nacional, quiere ser una líder para todo el país. Ya lleva trabajado mucho trecho en los madriles para convertirse en la matriarca de la nueva izquierda transformadora. Y claro, parece ser que necesita embarcarse en estas lides injustificables para seguir abonando su perfil. Ha nacido una estrella, además internacional.
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