La Asociación
de Riesgo Vascular y Rehabilitación
Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha lanzado el ‘Aula
abierta de rehabilitación cardiaca’, un proyecto online dirigido a todos los pacientes
cardiovasculares que no pueden acceder a un programa presencial o e-supervisado
o hayan tenido que interrumpirlo por la pandemia de COVID-19.
En España actualmente existen unas 135
Unidades de Rehabilitación Cardiaca, “un
número insuficiente para atender a todos los pacientes que tendrían indicación”,
explica la Dra. Raquel Campuzano, presidenta electa de la Asociación. Por ello,
hasta ahora solo un 10-15% tenía acceso a este tipo de programas. “La mayoría ha sufrido un infarto o una
angina de pecho, y cada vez son más los pacientes
con insuficiencia cardiaca. La rehabilitación también es muy recomendable para
aquellos que han sido intervenidos de cirugías valvulares, cardiopatías
congénitas, tienen enfermedad arterial periférica o incluso varios factores de
riesgo”, apunta la experta.
A raíz de la pandemia de COVID-19, la
situación para este tipo de pacientes se ha agravado, pues estas unidades han
tenido que echar el cierre para evitar las actividades grupales y los posibles
contagios, reconvirtiéndose temporalmente muchas de ellas en áreas para pacientes
con coronavirus. “El proyecto ya era
necesario antes de la pandemia, pero
esta situación ha hecho que aceleráramos su puesta en marcha”, explica la
cardióloga.
El aula online está estructurada en cuatro
módulos, y está compuesta por vídeos elaborados por diferentes expertos en
rehabilitación cardiaca: cardiólogos, rehabilitadores, enfermeros, fisioterapeutas, urólogos,
psiquiatras y psicólogos.
Los contenidos sontodoslos que
se imparten en los programas presenciales derehabilitación cardiaca: entender
qué es un programa de rehabilitación cardiaca y sus beneficios,conocerla
patología cardiovascular(síntomas,
diagnóstico, tratamientos, etc.), y todo lo necesario para controlarlos
factores de riesgo cardiovascular. Se pone especial énfasis en la realización
deejercicio físico a diario,
incluso en épocas de confinamiento. Asimismo, el programa aporta información
sobre el manejo de otros aspectos muy relacionados con la enfermedad cardiovascular
(ansiedad,estrés, disfunción sexual), consejos para la reincorporación a
la vida laboral e información sobre la medicación y la importancia del
cumplimiento del tratamiento farmacológico.
“El
programa debe realizarse al completo para obtener el máximo beneficio”,
recomienda la Dra. Campuzano. Los programas presenciales suelen durar unos dos
meses, pero los hábitos aprendidos deben mantenerse de por vida. “Un aspecto muy positivo de este proyecto es
que puede servir como apoyo y recordatorio para no olvidar los conceptos
aprendidos presencialmente. Además, como el Aula está en constante desarrollo,
en cada visita pueden encontrarse nuevos contenidos”, añade. Lo idóneo es
que el paciente haya sido remitido por su equipo médico, pero también se puede
acceder libremente, sin exceder las recomendaciones del curso. “Es importante recalcar que el aula complementa
y nunca sustituye al equipo médico”, matiza Campuzano. El aula está en
continuo desarrollo y en los próximos meses se espera ampliar contenidos,
recursos e incorporar a los equipos de atención primaria y otras
especialidades.
“El
aula es de utilidad para todos: en centros donde ya existan unidades de RC
ayudará a poder tratar a un mayor número de pacientes, y servirá de alternativa
o complemento a los programas presenciales. También es muy útil en centros
hospitalarios o de atención primaria
donde aún no exista unidad de RC para que los pacientes se beneficien de
los programas mientras se pone en marcha la unidad. Y sobre todo para los
pacientes cardiovasculares de toda España, porque sean de donde sean, tendrán
un acceso gratuito a un programa de rehabilitación cardiaca desde su domicilio”.
“La
relación médico-paciente va a apoyarse cada vez más en recursos de telemedicina, dado que no podemos depender al 100% de la atención presencial. El paciente
cada vez va a tener mayor protagonismo en su autocuidado y el aula es una
excelente ayuda en ello. Y por primera vez tenemos un programa abierto de
rehabilitación cardiaca 247h/365 días y que no cierra ni en verano ni en
pandemia”, concluye Campuzano.
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