Benjamín Lafarga
Benjamín Lafarga Esta vuelta al colegio puede suponer la aparición de algunos trastornos propios de un cambio importante. Evidentemente este cambio no influirá de igual forma en todas las edades. Los más sensibles son los pequeños. Los niños necesitan dormir más que los adultos (hasta 9 horas).
Es algo sabido que cada vez se ven con más frecuencia niños que no desayunan. El desayuno debe mantenerse como una ocasión fundamental para aportar una dieta equilibrada. La leche, junto a productos ricos en hidratos de carbono de liberación lenta y fibra, les suministrará la energía necesaria para afrontar la actividad de la mañana.
Por otro lado, al principio no hay que abusar de las actividades extraescolares. La realización de dichas actividades no debe superar su capacidad, más limitada que la del adulto.
En los más pequeños puede aparecer un rechazo al colegio lógico por la sensación de desarraigo que se produce. Los lloros así como la simulación de diversos síntomas (“el dolor de tripas”), nos pueden poner en la disyuntiva diaria de llevarlos o no al colegio. En tales casos, podemos emplear algunos trucos. Recurrir a lo novedoso es útil, debido a que los niños se dejan sorprender muy fácilmente. Podemos centrar su atención en la nueva mochila, los libros, el estuche, etc. Podemos prepararles el almuerzo con alimentos que les gustan y sean sanos (cuidado con la bollería o los azúcares concentrados). Por otro lado, no es conveniente abusar de los premios. El ´regalo` pierde su capacidad de motivación y se puede convertir en un pequeño chantaje al que acabamos rindiéndonos.
En los niños de más edad, el rechazo al colegio puede suponer la existencia de algún problema en el mismo. Esto es algo que se deberá evaluar con el responsable oportuno.
Debemos tener en cuenta que muchas veces el niño no es capaz de contarnos lo que ocurre. También, detrás de un rechazo al colegio puede haber una dificultad para la adquisición de los conocimientos que se van impartiendo.
En los más pequeños, en primer lugar debe descartarse un problema orgánico que impida o dificulte la comprensión sobretodo en lecto-escritura o adquisición de vocabulario. Aunque se realizan revisiones periódicas en este sentido, es conveniente comprobar la agudeza visual y auditiva. Una vez descartados esos problemas, es recomendable evaluar con el personal docente la existencia de anomalías en la dicción. Estos defectos pueden ser solventados mediante una atención especializada a través de profesionales.
Por último, los casos de rechazo escolar severos o que se prolongan en el tiempo sin causa aparente, deben ser valorados por el especialista.
A veces como consecuencia de un excesivo agotamiento acumulado a lo largo del día, puede producirse un sueño irregular durante el cual el niño se muestra muy inquieto. En los más pequeños se puede manifestar este problema como un despertar frecuente con lloros.. En los mayores, la aparición de pesadillas o temores nocturnos dificulta el sueño. Estas pesadillas suelen aparecer entre los tres y seis años. Se debe descartar la existencia de algún problema en el colegio
La confección de esta serie de artículos ha sido posible gracias a las aportaciones de muchos colaboradores, a los que agradezco su colaboración así como a todos aquellos a los que les han servido de fuente de información
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