Foto archivo EFE La Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia exige al alcalde de Valencia, Joan Ribó, que suspenda el impuesto de ocupación de vía publica por mesas y sillas íntegramente en 2020, tal y como anunció el propio primer edil en los medios de comunicación y que ha ahora cobrará a los hosteleros en concepto de los meses de enero y febrero".
El colectivo, que ha remitido un escrito a Alcaldía, para reclamar que se les exima de este gravamen y se les devuelva el dinero a quienes ya lo han abonado, asegura que "es un pago improcedente e injusto para las pymes de un sector, que atraviesan uno de los momentos más críticos, con la limitación de horarios y de aforos que restringe su actividad a un 25% y soportan pérdidas de hasta un 75% de media".Más "incrédulo", subrayan, es que se les pase el recibo a los locales de ocio, que cuentan con terraza, cuando están cerrados por decreto, asumiendo los mismos costes fijos y con ingresos cero.Esto, subrayan, solo"denota afán recaudatorio".
No obstante, desde la Coordinadora recalcan que hay muchos locales que están al borde la quiebra y en breve bajarán su persiana, ya que "ahora sí que hemos perdido todo el músculo financiero, las ayudas no llegan por parte de las administraciones y los bancos, nos están poniendo dificultades, también, porque la hostelería empieza a ser un sector de riesgo". En este sentido, añaden que "parece mentira que se proceda a este cargo, y además coincidiendo con el mes de noviembre, el más complicado para nosotros en esta crisis. Aparte de las restricciones, estamos intentando cuadrar números, con grandes dificultades, para hacer frente a los pagos aplazados de autoliquidaciones, como el IVA o el IRPF fraccionado con intereses de demora, las cuotas de autónomos o la devolución de los ICO.
Por ello,insisten y exigen una rectificación por parte del Ayuntamiento y "altura de miras para proteger y salvar de la ruina a miles de empresas de la ciudad que claman y exigen un plan de choque y de rescate que llegue por parte de todas las administraciones"."No nos pueden poner más trabas, porque una gran parte del tejido empresarial de la ciudad está en juego, y con ello miles de trabajadores y familias. De hecho, la capacidad de resistencia de más del 60% de los bares y restaurantes de Valencia, y del 80% de los locales de ocio, no llega más allá del mes de diciembre si no nos congelan parte de los impuestos e inyecta liquidez".
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