Votación a favor de la moción sobre la fábrica en el pleno de noviembre. / epda El salón de plenos del Ayuntamiento de Moncada pareció haberse transformado el pasado jueves en un plató cinematográfico donde se iban sucendiendo escenas al más puro estilo Berlanga. Como en cualquiera de sus obras maestras pintorescos personajes fueron dando un toque especial a unos momentos que tuvieron somo sonido ambiente abucheos, pitidos, gritos y hasta los acordes del himno nacional que sonaban desde el bolsillo de uno de los agentes de la autoridad.
En varias ocasiones estuvo a punto de suspenderse uno de los pleno más atropellados que se han celebrado en el Consistorio de Moncada. A las puertas del edificio consistorial, medio centenar de trabajadores de la administración local reclamando la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Armados con bocinas y silbatos, los concentrados se hicieron de notar, aunque no fueron los únicos. En el interior de la sala, mujeres indignadas con el discurso de la portavoz de Vox, alumnos del IES Tierno Galván a los que no se dejó hablar, vecinos de los barrios de Dolores y de Masías -estos menos numerosos- también protagonizaron distintas escenas de una tarde que no fue fácil para quien tenía que velar por mantener la calma.
Discurso de Vox
El momento más esperpéntico se vivió al hilo de la intervención de la concejala de Vox, Elena Carrasco. La edila, al igual que han hecho sus compañeros de filas por todos los rincones de España, hacía un alegato contra el movimiento feminista y lanzaba críticas contra la, para ellos mal denominada, violencia de género. El discurso solo sirvió para caldear más el ambiente ya bastante enturbiado por la concentración de los trabajadores. Se escucharon reproches, gritos y abucheos. La tensión iba ‘in crescendo’ hasta tal punto que obligó a la presidenta del pleno, Amparo Orts, a solicitar la presencia de los agentes de la autoridad. En cualquier otro pleno, hubieran entrado una pareja de la Policía Local a restablecer el orden. No fue así en esta ocasión debido a que estaban con los silbatos y las bocinas a las puertas del edificio. En su lugar, entraron dos agentes de la Guardia Civil, uno de ellos el padre de la concejala que había caldeado el ambiente, que protagonizó la escena más berlaguiana de la tarde. En plena refriega, en su móvil comenzaron a sonar los acordes del himno nacional en España ante la atónita mirada de los presentes.
Los estudiantes
Avanzaba la tarde de pleno, y tocaba el turno de apoyar a los estudiantes y profesores del IES Tierno Galván que siguen exigiendo conserjes para su centro. Parecía un punto tranquilo. Los alumnos permanecían en silencio en la parte posterior de la sala. Acudieron para dar apoyo a la moción que había presentado el PSOE para avalar su petición. La propuesta se aprobó por unanimidad. El problema vino cuando se negó la posibilidad a una alumna de dar lectura a un texto. La presidenta del pleno, con la tensión que se estaba viviendo desde el primer momento, decidió no autorizar esta intervención, lo que derivó en un nuevo episodio de gritos y nerviosismo.
Y para rematar la tarde plenaria, el PSOE volvió a quedarse solo. Todos los grupos políticos de la oposición (PP, Ciudadanos, Compromís y Vox) votaron favorablemente a una moción del PP para demandar “transparencia y claridad” sobre las actuaciones que se han llevado a cabo en la antigua fábrica Nayes.
En este sentido, los populares solicitaron formalmente que se acredite que todas las empresas que han intervenido en la zona afectada cuentan con el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto), sin obtener respuesta clara. Durante el pleno del último jueves de mes, volvieron a interpelar tanto al área de Urbanismo, responsable de la ejecución y valoración del proyecto, como al responsable de Brigada de Obras, departamento que ejecutó la retirada de los cascotes que cayeron en la calzada tras el desplome, sin obtener de nuevo ninguna contestación directa. Los populares han increpado que ese “silencio y falta de transparencia” es lo que “inquieta a la ciudadanía”.
Asimismo, vecinos del Barrio de los Dolores y Masías acudieron a la sesión para exigir que se les atienda al hilo de esta cuestión, tras presentar numerosos escritos en el Consistorio “sin recibir contestación”. El edil responsable alegó que “no le constaban las solicitudes”, mientras que los afectaron aseguraban que “se habían registrado tres escritos en lo que llevamos de mes”.
La empresa Nayes, ubicada en el Barrio de los Dolores, lleva en situación de abandono total 5 años. Durante todo este tiempo se han producido robos y saqueos continuos, que finalmente han llevado al colapso a una de las naves, desplomándose parcialmente a principios del mes de noviembre. Tras el suceso, el Ayuntamiento ordenó una demolición controlada únicamente de la nave afectada.
Sin embargo, vecinos y comerciantes piden que no se olvide el asunto, ya que con los escombros se ha conformado un ‘cementerio de chatarra’, que ya está siendo expoliado con el objetivo de sustraer el hierro y el resto de materiales. Asimismo, denuncian que tras la obra, aprecian como ha continuado desplomándose el tejado de una de las naves, de forma gradual.
Mientras todo esto sucedía en el interior del salón de plenos, los pitidos y abucheos seguían sonando de fondo en una jornada que algunos preferirán no recordar.
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