Imagen cedida por el Bioparc de los dos ejemplares de antílopes blesbok. EFE Dos antílopes blesbok han nacido en una semana en Bioparc Valencia, que también ha vivido esta primavera el nacimiento de una camada de mangosta rayada, una pollada de pato colorado, dos nuevas crías de gacelas Mhorr, un dik dik de Kirk y un bongo oriental.
Los blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi) se caracterizan por las llamativas marcas blancas en sus rostros, que contrastan con el marrón rojizo de sus cuerpos. Las crías son hijos de un joven macho que llegó al parque en 2019 procedente de Gaia ZOO (Kerkrade, Holanda).
Una de las madres se trasladó en 2008 desde el zoológico y jardín botánico Wilhelma, (Stuttgart, Alemania) y la otra nació en Bioparc en 2009.
Los blesbok están incluidos en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), estuvieron en grave peligro de extinción en el siglo XIX por la caza masiva, que redujo su población en la naturaleza a 2.000 individuos.
Gracias al esfuerzo conservacionista muchas poblaciones se han recuperado y hoy se encuentran en una situación estable. El rebaño que alberga Bioparc se incluye en un programa internacional de preservación de la especie, según ha informado en un comunicado.
Los blesbok viven en el espacio de la sabana del parque de Valencia, donde conviven con jirafas, diferentes aves como los jabirús, el ibis sagrado y la cerceta del Cabo, y otras tres especies de antílopes, kobos, impalas y gacelas de Thomson.
Desde que se declaró el estado de alarma, además han nacido otros antílopes como un dik dik de Kirk, un bongo oriental y dos gacelas Mhorr, estas dos últimas especies en peligro crítico de extinción; una camada de mangosta rayada y una pollada de pato colorado (Netta Rufina).
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