Molí de vent Puçol. -EPDA Situada apenas a 18 kilómetros al
norte de Valencia, Puçol es una población tranquila, territorio de contrastes, donde confluyen la autopista y el tren,
entre el mar Mediterráneo y la sierra Calderona, ideal para los amantes de la
playa y el sol en verano, pero también para los que quieren el contacto con la
naturaleza y el descanso.
Los que buscan la comodidad y el acceso fácil, con el
coche siempre cerca, autovía para llegar a la población y el camino la Mar para
acercarse a la playa, apenas a tres kilómetros del casco urbano. Fácil
aparcamiento en una amplia avenida en segunda línea de playa y también el
parking municipal gratuito en la zona norte. Rápido, cómodo y a disfrutar de la
arena, el sol y el agua.
Para los que buscan vida sana y deporte, la vía verde Ojos
Negros, de Teruel a Sagunto y pronto enlazada directamente hasta Valencia.
También la ruta del Cid, la vía Augusta o la ruta del Santo Grial. Para ir en
bici o a pie. Igual que se puede acceder a la playa, por un amplio paseo hasta
el mar, la vereda Mangraners. Deporte y ocio que nos permiten llegar hasta el
paseo marítimo que recorre la playa de norte a sur. Territorio para todos,
grandes y pequeños, atletas y paseantes, o simplemente familias que quieren
disfrutar del Mediterráneo, un buen baño, sol y relax.
Tres elementos básicos, como también
lo son los servicios: ambulancia, playa accesible, mobiliario urbano, paseo
marítimo, oficina de turismo… Todos ellos merecen año tras año la bandera Azul, máxima distinción para
las playas, que se completa con una programación cultural y de ocio en verano,
con propuestas para todas las edades.
Propuestas para los que aman el
descanso veraniego junto al mar, pero también, al norte de la playa, el marjal dels Moros, una zona húmeda
protegida, con abundante nidificación en primavera, ideal para la observación
de aves todo el año. Territorio perfecto para el paseo al atardecer,
disfrutando del paisaje y el clima.
Y si abandonamos el este para
atravesar el casco urbano, pequeños lienzos de historia para los amantes de la cultura: la muralla del
antiguo jardín botánico, la iglesia, la torreta de vigilancia medieval, el
molino de viento a los pies de la Calderona y el paraje natural municipal La
Costera, el pulmón verde de la población.
Un interior para los deportistas,
para los que aman los senderos, pero con una zona de paelleros, para los que
quieren pasar un día en la montaña con comodidad, para disfrutar del paisaje
sin renunciar a los privilegios de la vida moderna.
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