Alejandro Vila. Sagunto es un Municipio que por su privilegiada ubicación geográfica cuenta con un rico Patrimonio Histórico, desde la Edad del Bronce hasta nuestros días. Sin embargo, un núcleo ha vivido más de la agricultura y el otro de la industria, quedándose dicho Patrimonio en un segundo plano.
Resaltando algunos acontecimientos importantes, hablamos de la Segunda Guerra Púnica, del sitio de Sagunto durante la guerra del francés o de la Restauración de la Monarquía por el General Martínez Campos. Pero solo hablamos. Luego, el Patrimonio Histórico relacionado con todos estos hechos, está muy descuidado y da la sensación de abandono o realmente lo está, por no citar todo lo que se ha perdido por culpa de una mala gestión política.
Contamos con un Patrimonio que está en Sagunto, pero que ni pertenece a Sagunto: un Castillo en un estado lamentable, con unas intervenciones en sus murallas que dejan mucho que desear y unas explicaciones parcas que hacen que el turista salga de él sin saber lo que realmente ha visto; un teatro cuya rehabilitación sigue siendo polémica; un Museo Histórico ridículo, por calificarlo de alguna forma, donde nuestro rico pasado no se ve para nada reflejado. Xátiva, por ejemplo, gestiona su propio Castillo o el Museo Municipal del Almudín.
Pero a pesar de los edificios desaparecidos como el Circo Romano o el desastre ecológico y arqueológico ocasionado por la cantera del lado sur de la montaña del Castillo, seguimos teniendo un rico Patrimonio con un notable potencial turístico. Necesitamos una mejor gestión de los sitios históricos tanto en Sagunto y entorno, como en el núcleo del Puerto o el Grau Vell, que están mal explotados. Unas facilidades al comercio y servicios relacionados con éste. En estos momentos de crisis económica, puede ser una fuente importante de puestos de trabajo para el Municipio.
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