Bajo el título
“Detened esa guerra fratricida”, el artículo, que publicó el
periódico vaticano a página completa el pasado miércoles,
reproduce una carta de Pío XI al cardenal Eugenio Pacelli, futuro
Pío XII, y un texto que preparó también para “L’Osservatore
Romano”.
Sin embargo, ambos
documentos, escritos a mediados de agosto de 1936, “fueron
suspendidos por orden expresa del Papa”, asegura Cárcel. El
Pontífice “prefirió intervenir personalmente con un solemne
discurso pronunciado el 14 de septiembre de aquel mismo año”.
En aquella
intervención, Pío XI “denunció los horrores de la guerra de
España y la sangrienta persecución religiosa desencadenada por los
republicanos, elogió el heroísmo de los mártires y perdonó a los
asesinos, llamándoles hijos del mismo padre, porque todos ellos eran
cristianos”, indica el historiador valenciano, que investiga desde
hace años en el Archivo Secreto del Vaticano.
Los dos documentos,
que por vez primera han salido a la luz en el artículo de Vicente
Cárcel, “reflejan la condena tajante del Papa desde los primeros
días de una terrible guerra fratricida y su invitación para que las
dos partes en lucha pusieran cuanto antes fin a los horrores de la
misma, evitando ulteriores derramamientos de sangre”.
El llamamiento del
Pontífice “no fue escuchado por nadie, pero el Vaticano intentó
hasta el final, por todos los medios posibles, limitar la duración
del conflicto y paliar sus consecuencias”, ha indicado Cárcel.