Víctor Navarro Reyes./PDA El Colegio
Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana (COIICV), junto a
Monsolar Ingenieros, S.L. ha realizado, en abril de 2020, una serie de
recomendaciones para prevenir y
minimizar la transmisión del SARS-COV-2 a través de los sistemas de
climatización de edificios y locales.
Las
dos vertientes sobre las que el documento, realizado por el COIICV, recomienda
actuar para incrementar la seguridad en estos espacios cerrados son incrementar la renovación de aire a través
de los sistemas de ventilación, aumentando caudales de aire exterior y reduciendo
los tiempos de renovación de aire del interior, así como la revisión de la calidad
del filtrado que se realiza del aire del interior del local.
En
este sentido, se recomienda que en los edificios
con sistemas de ventilación mecánica se realicen tiempos de operaciones más prolongadas de lo habitual. Esto es,
iniciar la ventilación un par de horas antes de lo habitual y apagarlo un par
de horas después. Y aunque va en contra de los principios de eficiencia
energética, no se descarta, como solución óptima, llegar a mantener, en
determinados espacios, el sistema de climatización encendido las 24 horas, los
7 días de la semana. Esta medida favorecería el efecto limpieza del sistema de
climatización, tanto de impulsión como
de retorno, según el documento elaborado por el COIICV.
En
aquellos edificios o locales donde se utilizan Unidades de Tratamiento de Aire (UTAs) centralizadas con
recirculación, se recomienda evitar la
recirculación en determinados espacios con proyección de aerosoles en momentos
como el actual, de episodios de SARS-CoV-2, ya que "si hubiera existencia de partículas con virus en el interior de los
conductos de retorno, podría llegar a existir la probabilidad de volver a
contaminar las zonas ocupadas", siempre que las condiciones de operación lo
permitan.
En
esos casos, se recomienda evitar la circulación central, cerrar las compuertas de recirculación y trabajar exclusivamente con
aire exterior, pero previamente habría que verificar si el sistema dispone
de suficiente potencia, o si se produciría el fenómeno conocido como
sobrecalentamiento, cayendo el rendimiento del sistema, disparándose el consumo
de energía, no enfriando suficientemente el aire y dañando los equipos,
reduciendo drásticamente su vida útil. En ocasiones, las unidades de
tratamiento de aire están equipadas con filtros de aire de retorno (F7 y F8) que
no llegan a filtrar nanopartículas ( de 0,06 a 0,140 micras) con virus de
manera efectiva.
Para
los equipos de recuperación de calor se
recomienda apagar temporalmente los intercambiadores de calor rotativos
durante episodios de SARS-CoV-2, también sólo si las condiciones de operación y
la capacidad del sistema lo permiten. La transmisión de partículas de virus a
través de estos dispositivos no debería ser un problema cuando está equipado
con una unidad de doble bobina u otro dispositivo de recuperación de calor ya
que "garantiza una separación del aire
del 100% entre el lado de extracción y el de impulso", destaca el
documento.
24/7 para garantizar el efecto limpieza
en locales de descanso
En
cuanto a extracción de aire en servicios higiénicos y locales de descanso, los
sistemas de climatización deberían estar
en funcionamiento las 24 horas, los 7 días de la semana, para favorecer el efecto limpieza del lugar. Además, para
evitar la transmisión fecal-oral, "los
sistemas de descarga de agua de los inodoros deberían ser accionados con la
tapa del WC cerrada".
Como
norma general, el COIICV y Monsolar Ingenieros, S.L., destacan en este
documento que "debe evitarse la apertura
de ventanas en los aseos, puesto que al aumentar la presión de la estancia se
pueden generar flujos con aire contaminado hacia otras zonas del edificio de
menor presión", explica el documento.
Por
lo que respecta a la limpieza de conductos, si se siguen las anteriores
recomendaciones en cuanto a recuperadores de calor y recirculación "no se necesitan cambios en los
procedimientos normales de limpieza y
mantenimiento de conductos", subraya el documento. Y es que los virus,
unidos a partículas pequeñas no se depositarán fácilmente en los conductos de
retorno/extracción.
En
referencia a la frecuencia en la sustitución
de los filtros de aire exterior, las actuales UTAs de los sistemas de
climatización (RITE2013) están equipadas con filtros después de la entrada de
aire exterior que filtran bien las partículas pequeñas. Y por tanto es "difícil asumir que el aporte de aire
exterior pueda ser una fuente de contagios".
Purificadores de aire con efecto
limitado
En
cuanto a los purificadores de aire,
el documento elaborado por el COIICV y Monsolar Ingenieros SL, destaca que
pueden eliminar eficazmente las partículas del aire.
Esto
logra un "efecto similar y complementario
al de una buena ventilación con aire exterior, aunque para ser efectivos debe
disponer de alguno de los sistemas siguientes: Filtros HEPA (High Eficiency
Particular Aire Filter), filtración electrostática, luz ultravioleta de
radiación corta UV-C, oxidación fotocatalítica o PCO (Photocatalytic Oxidation)
o la ionización bipolar, controlando siempre la emisión de ozono, peligroso
para la salud y el medioambiente", explica el ingeniero industrial colegiado del COIICV, experto en climatización y
delegado comercial de Samsung en la Comunitat Valenciana, Víctor Navarro Reyes.
En
este sentido, destaca además que "la eficacia
de equipos previstos para uso doméstico sólo será eficaz en locales con menos
de 10 metros cuadrados, el caudal a renovar o purificar debe de ser mínimo de
12,5 litros por segundo y persona".
Para
el COIICV, en edificios con sistemas de
ventilación natural y sin ventilación mecánica, se recomienda abrir
ventanas exteriores, mucho más de lo normal, con el fin de aumentar la
ventilación natural, incluso cuando cause cierta incomodidad térmica, ya que es
la única opción de renovación del aire interior de las estancias.
El
experto en climatización, Víctor Navarro
Reyes destaca que "el Reglamento de
Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) establece la obligatoriedad de
renovar el aire en el interior de los establecimientos sujetos al mismo, al
igual que lo hace el Código Técnico de la Edificación (CTE) para las viviendas".
"Es verdad que se debe equilibrar la
calidad del aire con la eficiencia energética de la instalación, pero, en la
situación actual, una buena opción puede ser instalar sistemas de renovación de
aire en aquellas instalaciones que no lo tuvieran por ser anteriores a la
entrada en vigor de la normativa que lo exige o suplementar el sistema ya
disponible con una ventilación adicional", explica.
En
este sentido, el decano del COIICV,
Salvador Puigdengolas, subraya que "los
sistemas de climatización en los interiores reducen el riesgo de contagio de
enfermedades si son los adecuados y se encuentran en el estado óptimo de
conservación y mantenimiento, ya que filtran el aire y reducen la contaminación
o carga vírica que podría llegar a concentrarse en determinado espacio mal
dimensionado, mal equipado y mal mantenido".
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