El Instituto
Nacional de Estadística ha hecho públicos
los últimos datos sobre envejecimiento en nuestro país que, una vez más,
reflejan una tendencia imparable: la Comunidad Valenciana ha vuelto a registrar
un máximo histórico de envejecimiento, del 125,2%
o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 125 mayores de 64 años por cada 100
menores de 16.
La tasa de envejecimiento
en la Comunidad Valenciana es similar a la nacional, del 125,7%.
Por provincias, lidera
el ranking de envejecimiento Alicante,
con un índice del 130,4% (130 mayores de 64 años por cada 100 menores de
16). Por su parte, Castellón y Valencia presentan tasas de envejecimiento muy
similares, del 122,6% y 122,1%, respectivamente.
En este contexto, la Fundación Adecco reabre el debate del talento senior
como única alternativa para el futuro de nuestro país: “ante cifras de
envejecimiento de tal magnitud no es de recibo que un 40% de las candidaturas
de los mayores de 55 años siga descartándose en los procesos de selección[i].
Las políticas de discriminación positiva basadas en bonificaciones han
demostrado su ineficacia si no van acompañadas de estrategias de Diversidad
& Inclusión que impulsen un cambio de mentalidad y revaloricen
verdaderamente el talento senior. Al mismo tiempo, las políticas activas de
empleo son el instrumento clave para que los seniors actualicen sus
competencias y puedan competir en el mercado con garantías” – destaca Francisco
Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Natalidad en mínimos y esperanza de vida al alza
¿Por qué el
envejecimiento crece de forma desbocada? La disminución de la tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida son los principales responsables de
este fenómeno.
La tasa de
natalidad en la Comunidad Valenciana sigue hundiéndose y en 2019 cayó hasta el 7,4‰
(7,4 nacimientos por cada 1.000 habitantes). Por su parte, la esperanza de vida continúa
su escalada y el pasado año se situó en la Comunidad Valenciana en 82,9 años.
Se calcula que en 2030 los mayores de 65 supondrán el 30% de
la población, frente al 18% actual. En este momento, cuando empiecen a
jubilarse en masa los babyboomers
(nacidos entre 1958 y 1977), unas cohortes sensiblemente más reducidas deberán
soportar el coste de la atención de las pensiones y sus cuidados
sociosanitarios.
El sistema de pensiones, en jaque
La relación cotizante-pensionista cerró
2019 con una cifra de 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5. “Este valor mínimo no garantiza, en el corto
plazo, la sostenibilidad del sistema de pensiones y exige dar respuesta urgente
a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre algunos segmentos
de la población, el desarrollo de nuevos nichos de mercado o el impulso de incentivos
fiscales y laborales que impacten en las familias y estimulen la natalidad”-
destaca Francisco Mesonero.
Por último, el
directivo advierte de la necesidad de estimular la participación de los
segmentos de la población hasta ahora más inactivos (mujeres, personas
con discapacidad, etc), para equilibrar la falta de relevo generacional y
estimular, al mismo tiempo, la inclusión e igualdad de oportunidades de los más
vulnerables.
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