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Juzgado de lo contencioso-administrativo nº 7 de Valencia ha
ratificado la postura planteada por el sindicato en cuanto al derecho
de los policías a conocer su cuadrante de servicios con un mes de
antelación a la fecha de inicio del mismo, derecho perfectamente
definido por un Decreto autonómico y que la exRegidora de seguridad
ciudadana, LLum Sansaloni, había impuesto a la Policía Local en
contra de la norma.
Este
sindicato no entiende esta falta de talante negociador y de respeto a
la Ley por parte del Gobierno de Jordi Juan ante derechos tan
marcados en las mismas. Esta forma de actuar es la que ha llevado al
sindicato SPPLB a tener que acudir a los juzgados para poder dotar de
estabilidad a la Policía Local de Tavernes, con objeto de que sea un
juez quien confirme lo que claramente ya viene reconocido en la
legislación.
Pero
esta vulneración de derechos no se trata de un hecho aislado, varios
policías se han visto obligados a acudir a la Institución del
Defensor del Pueblo Valenciano, Sindic de Greuges, requiriendo
dictamen ante ataques a sus derechos, y el Sindic les ha dado la
razón a los funcionarios. No obstante, el Gobierno no acepto sus
recomendaciones y actuó de forma arbitraria.
También
a nivel colectivo los representantes del SPPLB se han visto obligados
a acudir al Sindic de Greuges por privación de los derechos a la
tutela judicial efectiva y a la libertad sindical.
Por
lo que respecta a este último, el Gobierno del Sr Joan obstaculizó
el acceso a la información de los representantes de los
trabajadores, lo que el Sindic definió como “gravísima
conculcación del más básico de los derechos democráticos, negando
a la comunidad la posibilidad de conocer la realidad, y por tanto
secuestrando la voluntad popular”.
Esta
es la triste situación que ha marcado la etapa de la Regidora Llum
Sansaloni en la Policía Local y que el Alcalde Jordi Juan, a pesar
de conocer, ha permitido. El sindicato SPPLB ha sufrido desde un
principio la falta de transparencia y de capacidad negociadora del
Ejecutivo Local, pero lo que no se esperaba era la falta de sujeción
a la democracia y al derecho.
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