Laurence Lemoine
Laurence Lemoine De calendario, sé poco. Conozco el calendario Romano y el calendario Juliano, el calendario litúrgico (con los restos de mi buena educación católica, me acuerdo de las principales fechas ), conozco el calendario laboral (me sirve para programar mis escapaditas), el de las estaciones, el calendario vacunal, el fiscal y... ¡yo que sé !
Podría añadir el de las rebajas (importante ¿no ?), de la Liga (de ese no puedo opinar mucho, la verdad), el escolar, electoral, etc, etc y una larga lista de etcétera. El caso es que el paso del tiempo está marcado por una serie de eventos, fechas, tradiciones, fiestas, obligaciones y momentos recurrentes que marcan, año tras año, de una manera u otra, nuestra vida, poniéndole ritmo y color.
Mis amigos “guiris” me preguntan siempre si aquí "¿es solo una impresión o si realmente tenemos mas fiestas?” Les contesto, estadísticas en mano (¡te quiero Google !) que si, efectivamente, aquí en 2019 por ejemplo, tenemos 14 días festivos en Valencia (y en el resto de España) contra solo 8 en Londres y 11 en Paris o Marsella… Eso les pasa por no tener fiestas ni regional ni municipal ¡Entendéis ahora porque muchos `guiris´ vienen a vivir aquí!
Yo, justamente, de todos los calendarios existentes, mi preferido es el calendario Valenciano ¡No lo acabo de inventar ! Basta con vivir aquí para darse cuenta de que en la capital del Turia, el tiempo está marcado de otra forma.
En realidad el calendario Valenciano es una buena mezcla de todos los existentes (de todos, sin excepción, además) pero, con una “touch” puramente valenciana. Ese toque especial se debe a los eventos meramente valencianos que tenemos aquí como, por ejemplo, las Fallas. Porque sin haber ni siquiera terminado de masticar el primer bocado de roscón, enseguida uno ya empieza a hablarte de planes para las próximas Fallas.
Y eso que entre Reyes y Fallas tenemos el 22 de enero la celebración de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad de Valencia. Sí, ademas, con un poco de suerte, cae un martes o un jueves, ¡es puente asegurado! Así que el año valenciano está marcado por una serie de fechas señaladas, y es como si entre esas fechas no hubiera vida, como si esos días normales no existieran.
Es verdad que el protagonismo de las Fallas no lo tiene ninguna otra fiesta. Además, parece que ahora dura casi todo el mes de marzo…y apenas hemos digerido los buñuelos ya estaremos en Pascua. Allí, nos empachamos de longanizas y de chocolate y solo nos quedan dos meses de operación bikini para, por fin, irnos a veranear.
Menos mal que después del verano nos espera el megapuente de octubre (¡no sé quien decidió celebrar el día de la Comunidad Valenciana justo antes de la Fiesta Nacional, pero ha sido una gran idea !) Nos da un respiro para poder aguantar hasta diciembre. En fin, me doy cuenta de que descansamos de tantas fiestas esos días normales. ¡menos mal!
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