Jesús Mariñas revela en Sálvame Deluxe que cobraba 2 millones de pesetas al mes por ir a Tómbola (Canal 9)

Sálvame Deluxe llevó por segundo viernes consecutivo al polémico periodista Jesús Mariñas, habitual de los programas del corazón y especialmente famoso después de su participación en Tómbola, en Canal 9, cuando lo dirigía el ex jefe de prensa de Eduardo Zaplana, Jesús Sánchez Carrascosa.

Mariñas, quien escribe actualmente en La Razón, fue sometido al polígrafo de la maña Conchita, y entre pregunta y respuesta fue repasando parte de su trayectoria profesional, incluyendo su paso por Tómbola, donde se hizo famosa la frase ¡Cállate, Karmele!, precursor del ¿Por qué no te callas? de don Juan Carlos I al desaparecido Hugo Chávez.

El lenguaraz periodista recordó que cobraba por aquel entonces 500.000 pesetas por cada intervención en Tómbola, programa que presentaba Ximo Rovira y que llegó a emitirse también en Telemadrid y Canal Sur, hasta que el programa se desmadró y pasó a emitirse exclusivamente en Canal 9, la televisión pública que con dinero de todos los valencianos pagaron cantidades insultantes a colaboradores e invitados. No en vano, el programa llevó a personajes de cachés muy elevados. La idea fue de Sánchez Carrascosa, según reconoció Mariñas, quien contó otra anécdota respecto al ex director de Canal 9, cuando le prometió la copresentación de un programa junto a Terelu Campos, pero fue ésta la que lo acabó presentando, con él como colaborador en un solo programa, al incumplir la promesa de S. Carrascosa.

Aunque Mariñas fue insinuando informaciones comprometidas sobre Tómbola, Canal 9 y Sánchez Carrascosa, ante la mirada asustada de otra periodista que participaba asiduamente en aquel programa, Lydia Lozano, Jorge Javier Vázquez intervino para que Mariñas no siguiera descubriendo pormenores en el funcionamiento del polémico espacio, impropio de una televisión pública.

Una cadena que, después del derroche y la ampliación de la plantilla hasta el infinito, ha acometido un agresivo ERE que ha llevado a la calle a casi todos sus trabajadores. De las 500.000 pesetas por programa que cobraba Mariñas, a la ruina total.