Playa Canet d"en Berenguer. EPDA
Playas de Sagunt. EPDA
Playa Almardà. EPDA Los vecinos y vecinas de Sagunt y Canet d’en Berenguer están en pie de guerra por la defensa de sus playas. El pasado 10 de septiembre, un amplio grupo de ciudadanos se concentraron frente al Ayuntamiento antes de que diera comienzo el pleno ordinario para exigir unas playas “accesibles al baño”, respaldados por miembros de todos los partidos políticos de Sagunt y también por el alcalde de Canet, Pere Antoni.
La Asociación de Vecinos de Almardà, Corinto y Malvarrosa, que encabeza las protestas populares, expuso un manifiesto donde se hacía hincapié en la necesidad de emprender medidas urgentes para garantizar la seguridad de los bañistas en el litoral de Sagunt y Canet.
Posteriormente, su presidente, José Girona, incidió en que es una prioridad proteger las dunas y el paraje de la erosión ya que se está produciendo una “recesión en la costa”. Añadió que se ha formado un gran foso que impide a los vecinos bañarse de forma segura. Por todo ello, exige que las dos localidades ejerzan presión al Ministerio.
Otros ciudadanos también narraron sus experiencias e intervinieron notablemente indignados. Aseguraron que no se han tomado las medidas necesarias durante todos estos años y algunos llegaron a pedir la dimisión del responsable de Costas.
Origen de las protestas
El motivo del auge de estas reivindicaciones es un decreto publicado en el BOE el 23 de agosto que refleja la aprobación del Proyecto Estabilización del Frente Litoral en los Términos Municipales de La Llosa y Almenara.
Así, en estas dos localidades se pretende construir seis espigones que, según se prevé, acabarán perjudicando las playas de Sagunt y Canet al reducir la aportación de arena.
Sin embargo, los problemas en la costa de Camp de Morvedre tienen un origen más remoto. José Girona afirma que uno de los factores que han influido de manera clara en el desgaste del litoral durante estos años es la infraestructura del puerto de Borriana (Castellón), que ha provocado la recesión en la Malvarrosa.
Acciones
El 4 de septiembre tuvo lugar una reunión de la Comisión Informativa Especial sobre la Remodelación de las playas de Port de Sagunt, Almardà y Corinto. Fruto de ese encuentro se hizo pública una declaración institucional debatida y consensuada entre los diferentes grupos políticos y las asociaciones vecinales, finalmente aprobada en el pleno ordinario por unanimidad.
Uno de los puntos de dicho documento recoge que el Ayuntamiento de Sagunt se compromete a reclamar al Ministerio de Costas que los proyectos de las playas de Sagunt y el de Almenara y La Llosa se lleven a cabo de forma simultánea “mediante un proyecto global que contemple la problemática común de toda esta zona litoral, que aporte soluciones sólidas y duraderas”, según han explicado desde el consistorio.
Recientemente se ha adjudicado la redacción del ‘Proyecto de regeneración de las playas de Canet, Almardà, Corinto y Malvarrosa, T.T.M.M. de Canet d’en Berenguer y Sagunt’. Sin embargo, este podría no estar finalizado hasta mayo de 2020, sin contar su ejecución.
Reunión con costas
El día 11 el alcalde de Sagunt, Darío Moreno; el concejal de Playas, Roberto Rovira; y el teniente de alcalde de Almardà, Pepe Gil, se reunieron con la Demarcación de Costas de Valencia para trasladarles la problemática en las playas.
Para Moreno, se trató de un encuentro “agridulce”: por un lado, Costas asegura que el proyecto de Sagunt es prioritario y se ejecutará durante los próximos dos años; sin embargo, la petición de que se lleve a cabo conjuntamente con Almenara y La Llosa “excede sus competencias” al depender de la Demarcación de Costas de Castellón y de la Dirección General en Madrid. Además, no se ha respondido de forma particular a las alegaciones que se presentaron.
En la reunión han pedido que medidas como la retirada de grava o la eliminación del escalón “han de tenerlas previstas en los presupuestos del año que viene y se tienen que llevar a cabo con continuidad”.
Aunque ahora se han puesto sobre la mesa plazos más concretos, lo cierto es que el alcalde valora la reunión como “un jarro de agua fría”. Asegura que van a seguir defendiendo los intereses de la ciudad y los de Almardà, Corinto y Malvarrosa. “Todas las acciones están encima de la mesa, incluyendo posibles acciones legales si entendemos que nuestros derechos están siendo vulnerados”, afirma.
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