Jaime Navarro La España de Cayetano Ordoñez y Roca Rey, jugando se la vida en la plaza por salvar al compañero, y su subalterno. Es la España que amanece todos los dÃas y aspira orgullosa a vivir de su sudor. Y si Dios quiere de su arte. Y siempre de su valor y profesionalidad como únicas divisas. Es también la España de los más humildes chamarileros que buscan incansables su sustento o su oro entre la basura. La de los que limpian nuestros pueblos y ciudades y cada dÃa se juegan su fÃsico abrillantando las caprichosas cristaleras de las iglesias y de los edificios oficiales; y que ultiman y gobiernan las secretas alcantarillas dormidas bajo nuestras ciudades.
Es el reino de los sufridos profesores, ingenieros e inventores o de los también obstinados horneros que nos cuecen el pan nuestro de cada dÃa. Los héroes anónimos que pican y cantan en las obras a más de cuarenta y cinco grados, y de las heroÃnas perpetuas de tantas cocinas que generosas nos traen a la mesa su amor sin condiciones como un sol que a todos nos alcanza.
Es la patria que sà hay que ayudar, ayuda. Y que además dá puntualmente al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. La que nunca quiere estar enferma, ni en el paro, ni de baja... Si no siempre en la brega. Y al mal tiempo buena cara. Coño...Y qué cumple su palabra...Y que cuando llega el momento y sin pensarlo, hasta entrega por el prójimo su vida...
Qué ya me decÃa mi abuelo, y a mi abuelo el abuelo de mi abuelo...: " Qué buen vasallo redios, si hubiera buen señor...!!!"
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