Sergio Villalba Valero. /EPDA Sergio Villalba Valero es Secretario General de CCOO Camp de Morvedre i Alt Palància.
Terminamos septiembre, igual que lo empezábamos lamentando un nuevo accidente laboral mortal en nuestro entorno. A principio de mes lamentábamos el fallecimiento de tres trabajadores de la recolección en Benifairó de les Valls, tras ser atropellados por un camión y ayer fallecían en un accidente de helicóptero en Puçol, tres trabajadores especializados en tareas de revisión de líneas eléctricas.
En Comisiones Obreras Camp de Morvedre i Alt Palància lamentamos profundamente estos trágicos accidentes y trasladamos nuestras condolencias y apoyo a las familias y allegados de los trabajadores fallecidos. Es muy triste despedirse de un familiar y no volver a verlo con vida porque ha fallecido en un accidente laboral.
Desde CCOO volvemos a incidir en la urgencia de modificar unas prácticas laborales que están muy alejadas de la cultura de la prevención de riesgos. Hace ya 28 años que está funcionando la ley de prevención de riesgos laborales. Según la última estadística publicada, en los últimos 12 meses se había incrementado el número de accidentes mortales respecto al mismo periodo del año anterior. La sangre de la deficiente prevención de riesgos laborales la seguimos poniendo las personas trabajadoras, los muertos siguen siendo los nuestros. Estamos funcionando como una sociedad irresponsable y brutal que asume las enfermedades y las muertes en el trabajo como algo inevitable, como algo inherente a la naturaleza del trabajo. Y no es así. Toda lesión, enfermedad o muerte en el trabajo es consecuencia de un error fatal en los sistemas de prevención de riesgos laborales y todas ellas deberían haberse evitado.
Aún siendo vital eliminar la siniestralidad laboral, la protección de la salud en el trabajo no se limita a evitar accidentes sino que también ha de velar por nuestro completo bienestar físico, mental y social, como trabajadores y trabajadoras y prevenir la aparición de afecciones o enfermedades que incluso pueden acabar generando incapacidades temporales o incluso permanentes que además de impedirnos seguir trabajando, poniendo así en riesgo nuestra fuente de ingresos, nos dejen en un estado de salud tan doloroso y precario que nos impida disfrutar en el resto de áreas de la vida.
Por todo lo anterior CCOO continúa reclamando que se impulsen políticas públicas activas en materia de prevención y un aumento de los recursos económicos y humanos destinados a ellas, incrementando tanto las plantillas de la Inspección de Trabajo como las dotaciones del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y de los institutos autonómicos de prevención de riesgos laborales.
Así mismo, una vez más insistimos en que es crucial reforzar la calidad de la gestión de la prevención en las empresas, a través de su internalización y revisando y modificando los sistemas de acreditación y control de las entidades especializadas como los servicios de prevención, así como acabar con el subregistro de enfermedades profesionales, cuestión que se agudiza más en sectores en los que además de por los bajos sueldos se caracterizan por ofrecer unas condiciones laborales que ponen en juego la misma salud de las compañeras y los compañeros que en ellos trabajan.
A veces las mutuas no determinan adecuadamente el origen de la baja, tanto si tiene su inicio en una enfermedad como si la tiene en un accidente, por lo que es habitual que en Comisiones Obreras ayudemos a realizar la determinación de contingencias a compañeras y compañeros que se encuentran en situación de incapacidad temporal por contingencias comunes cuando se trata de una incapacidad con origen en el trabajo.
Todo lo anterior son algunas de las reivindicaciones que venimos realizando desde hace años desde Comisiones Obreras, pues somos las personas trabajadoras quienes exponemos nuestra vida y nuestra salud en el trabajo, porque no somos cosas o recursos que se puedan usar y tirar para que seamos nosotros, nuestras familias y el sistema público de salud quienes asumamos las secuelas y los costes de nuestros tratamientos una vez las empresas han obtenido el beneficio fruto de nuestros mejores años de trabajo.
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