Algunas de las personas empleadas en Mislata en 2019. EPDA
Los
programas de empleo y formación de Mislata son los ejes de acción política que
desde hace unos años mayor incremento han reflejado en sus cuantías
presupuestarias, con nuevas iniciativas para reinsertar en el mercado laboral a
los ciudadanos que han sufrido un desempleo de larga duración, o para dar la
primera oportunidad a muchos jóvenes que terminaban su formación académica.
Uno de los
programas propios de la ciudad de Mislata, que más puestos de trabajo genera
anualmente vuelve a ser el Plan Social de Empleo, que en 2019 facilitó el
acceso al mercado laboral a 50 personas, remunerando puestos
de trabajo de peones de brigada y personal de oficina. A esta iniciativa habría
que sumar los beneficiarios de las becas de postgrado, el Plan de Formación, que
impulsó el aprendizaje de 30 personas, que habían obtenido titulación superior
en los últimos cinco años.
Por su
parte, los programas EMCUJU y EMPUJU, dirigidos a jóvenes de menos de 30 años, que
han concluido sus estudios y están desempleados, en el primer caso, o para
personas sin estudios superiores, en el segundo; así se han generado 16 puestos
de trabajo para la la plantilla municipal, cubriendo puestos de en diferentes
departamentos como Oficina Técnica, Comunicación, Administración General, o
Proyectos Europeos.
Mediante
otro grupo de programas, orientados a ofrecer una certificación profesional,
desde el Ayuntamiento se han ofrecido diferentes planes de formación a medio
centenar de vecinos y vecinas, que han tenido la experiencia que les ha llevado
a obtener un título formativo en tareas de administración o talleres de cocina.
Además, otro medio centenar de jóvenes en estudios superiores, han obtenido
acceso a los dos programas de becas de verano: Mislata Te Beca y La Dipu Te
Beca.
En total,
225 personas han recibido formación remunerada o algún puesto de trabajo para
ayudar a la reinserción en el mercado de trabajo. En total, 265 personas han
sido beneficiarias de diferentes planes para mejorar las oportunidades
laborales. Y a estas cifras cabría añadir las contrataciones llevadas a cabo
por la empresa pública.
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